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Guadalupe Solano, junto a los miembros de la Sociedad “Caminantes Guadalupanos Salvadoreños”. Fotografía de Iván Escobar.

Caminantes Guadalupanos Salvadoreños peregrinarán a Esquipulas

Iván Escobar

El 8 de enero de 1950 inició su labor voluntaria como miembro y fundador de la Sociedad “Los Caminantes Guadalupanos Salvadoreños”, Guillermo Solano, mejor conocido como “El Piocha”, se lee en el libro de actas de la sociedad, en el cual está cada uno de los pasos que han dado en los últimos 48 años como parte de una tradición que hoy en día se vive en El Salvador y Guatemala. 

Piocha, durante toda su vida trabajó por hacer crecer está tradición, la cual en 2020 cumplirá 50 años.

Guadalupe Solano, hija de Piocha, destacó que ella como lo hizo su padre dará continuidad a este legado, con el apoyo y esfuerzo de los demás caminantes que cada enero viajan hasta el vecino país de Guatemala, específicamente al municipio de Esquipulas, del departamento de Chiquimula para venerar a la Virgen de Guadalupe.

Es así que los miembros de la Sociedad “Los Caminantes Guadalupanos Salvadoreños” se preparan para comenzar las celebraciones previas al 50 aniversario de fundación. Ante la partida física de Piocha y otros miembros fundadores de Los Caminantes, en el 2019 la caminata tendrá como finalidad preservar este legado religioso y cultural que hoy en día se vive entre ambos pueblos centroamericanos. 

Desde ya los organizadores de la caminata invitan a la población salvadoreña y a toda aquella persona interesada en ser parte de este movimiento religioso, y unirse a la caravana que año con año ha salido desde el municipio de Metapán, departamento de Santa Ana, hasta el vecino país, en la población de Esquipulas, donde se visita al Cristo Negro en esta localidad, y se concluye en El Cobertizo, una pequeña capilla construida por los salvadoreños para venerar a la Virgen de Guadalupe.

La peregrinación sale el día 9 de enero de Metapán, a las 3 de la mañana, y llega a su destino, Esquipulas, a las 7 de la noche del mismo día.

“Vamos a recordar el legado de mi papá, quien anhelaba y le pedía cada año a la virgencita, salud y vida, para celebrar los 50 años de fundación de la caminata. Lastimosamente él ya no pudo cumplir este deseo, pero hoy es nuestro compromiso seguir esta tradición”, afirmó con entusiasmo Guadalupe.  Piocha falleció el 28 de noviembre del presente año, fue uno de los fundadores de este esfuerzo que hoy en día mueve un aproximado de 250 personas, entre salvadoreños y guatemaltecos que viajan a Esquipulas.

Juan Antonio López, devoto de la virgen y miembro de la sociedad, reiteró que todos los años se reúnen el día 8 de enero en Metapán, para salir en procesión. “Solo queda un año para conmemorar el 50 aniversario de fundación de la caminata, con orgullo se fundó por tres hombres visionarios, tres salvadoreños, entre ellos Piocha”, recordó.

“Para la familia es un honor, y representa una responsabilidad dar continuar a este legado que dejó mi padre, y de muchos que ya se nos adelantaron… por eso vamos motivados en esta caminata”, añadió Guadalupe.

Durante la caminata los peregrinos hacen una estación en el lugar conocido como “Los Sillones”, antes de llegar al punto final. “Un aproximado de 250 personas hemos acompañado la caminata, en la frontera se suman guatemaltecos. Al llegar a Esquipulas, es en el lugar conocido como El Mirador, donde nos reunimos todos luego de comer algo salimos hasta la Basílica de Esquipulas a las 7:00 p.m., entramos con la virgen al templo, y luego de la misa salimos para la capilla de la virgen. Nosotros como directivos nos quedamos hasta el 12, los demás depende su estadía, algunos solo hacen la visita y regresan el siguiente día. La visita es del 9 al 12 de enero… todos dedicamos la caminata a la virgen como gratitud por los milagros recibidos”, explicó López.

Añadiendo López que cada uno de los participantes “tenemos un motivo para darle gracias a la Virgen, algunos por curación llegan cada año. Tenemos un cuadro bordado a mano de la virgen, que lo donó una señora por su sanación. Hay varias historias. Yo camino con el grupo desde 1980”.

La primera generación de los Caminantes fue la de Piocha, un hombre entregado a esta devoción y cuya promesa comentan sus familiares y amigos, la hizo ante la Virgen de Guadalupe cuando la visitó en México, luego comenzó con esta tradición que reúne a muchos. Él se dedicó a organizar la caminata cada año. “De los fundadores todos murieron ya, Piocha fue el último”, dicen los caminantes. Una segunda generación se fundó en 1974. “Y una tercera generación es la de nosotros que habremos como tres, que seguimos manteniendo la tradición para que no se pierda”, afirmó López.

Evelyn Mejía, que por primera vez acompañará la caminata, reconoce y valora el esfuerzo de todos estos años alrededor de la organización de la caminata, e invita a las nuevas generaciones, y a más personas a ser parte de la actividad, y poner en alto el nombre de El Salvador en tierras chapinas, con una tradición que ha sido fundada por salvadoreños peregrinos de la Virgen de Guadalupe.

“Esto nos motiva mucho, la entrega de los organizadores, la pasión que ponen a esta celebración. Eso hace que uno se inspire más, sobre todo al escuchar tantas historias”, relató.

Mejía es como muchos de los caminantes, una mujer que se dedica al comercio informal en el centro de San Salvador, razón por la cual dice que tiene mucho que agradecer a la morenita, por todas las bendiciones que recibe. “Yo aquí en el centro me he criado. Esto nos motiva más. Cada vez se suman más al movimiento”, acotó. Para Alberto Cruz Hernández, conocido como “El Loco Beto” en el grupo y caminante desde 1982, este esfuerzo hoy en día es toda una tradición, y la tarea hoy “es que no se pierda”, ya que quienes iniciaron su deseo era que perdurada en el tiempo.

“Comenzamos a hacer ese ejercicio del cual queda uno muy satisfecho de acompañar alegre y feliz a pesar del sacrificio que se hace”, dijo Hernández.

“Estamos a casi un año para cumplir los 50 años. Esto ha estado a punto de desaparecer, pero a pesar de todo han hecho todo lo posible para que esto se mantenga… llegar a los 50 años de la caminata no es fácil. Piocha no es el primer veterano que perdemos, estamos rescatando los nombres de todos los que ya fallecieron y queremos poner una placa con sus nombres allá en El Mirador, para recordarles por siempre”, relató. Los peregrinos cuentan con un libro de fotografías, escrito a mano por ellos mismos y que recopila uno a uno sus logros, fotografías en el caminar de esta tradición.  Hoy invitan a más salvadoreños a participar como todos los años y ser parte de la caminata número 49.

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