@Diegoolguzman
Los populares regates y maniobras de Ronaldinho seguirán siendo vistos únicamente por vídeos, ya que el astro brasileño no tocó el balón ayer en el campamento “Joga Bonito” que se realizó en el estadio “Jorge Mágico González”.
Los niños participante en el campamento y sus padres de familia se quedaron con las ganas de observar la exhibición de técnicas por parte de “Dinho”, ya que el jugador se limitó a brindar un discurso, posar para fotografías y regalar autógrafos.
Incluso, el ex jugador del Barcelona, ex seleccionado de Brasil y ganador del balón de oro, llegó al estadio con una hora y veinte minutos de retraso a lo pactado para el inicio.
Pero eso no es todo, el público presente esperaba que Ronaldinho llegara con atuendo deportivo para alternar con los niños, pero únicamente posó para las cámaras de la prensa deportiva y patrocinadores.
Tras una breve interacción fotográfica con los niños, “Dinho” subió a la tarima y recibió una camisa azul con el nombre de El Salvador, la cual utilizó durante el evento.
Tras colocarse la elástica cuscatleca, Ronaldinho tomó el micrófono y manifestó escuetamente su alegría por compartir con los niños cuscatlecos.
“Es una emoción grande al venir desde tan lejos y sentir tanto cariño. Además, yo tengo un origen muy humilde y, por lo tanto, me siento como en casa”, expresó el brasileño.
Asimismo, “Dinho” motivó a los niños a seguir sus sueños a través del fútbol, el cual abre puertas sin importar condición social.
“Sigan sus sueños y aunque en el fútbol nada es fácil te puede sacar de cosas malas y todo es posible, porque si yo que vine de una situación difícil como la de ustedes lo logré, entonces es señal que todo se puede lograr”, instó la ex estrella del barca.
El brasileño también firmó balones y los lanzó al público que estaba congregado en el área de platea del estadio “Mágico González”.
Para cerrar el evento, Ronaldinho recibió un reconocimiento por parte de la embajadora de Estados Unidos en el país, Jane Manes, y se retiró del estadio nacional.
Por la noche, el ex jugador del “scratch do ouro” se despidió con una cena privada en un hotel capitalino y cerró así una gira que deja un sabor agridulce en los aficionados al fútbol.
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