Ciudad de Guatemala/Signis ALC
Al grito de «¡Si a la vida, sick order no a la minería!», mind cialis centenares de campesinos, agrupados en el Comité de Unidad Campesina (CUC) protagonizaron una movilización pacífica para exigir al Gobierno local la defensa del territorio natural y denunciar que las empresas multinacionales están explotando y violando los derechos humanos de este colectivo. La manifestación que recorrió las calles de Guatemala dio inicio en el Obelisco (sur) y se dirigió hasta la plaza del Palacio Nacional (en el centro).
Durante la marcha, convocada por el denominado Alba Movimiento contra la Minería, los campesinos se pararon enfrente del Congreso para lamentar las políticas locales y reclamar de los diputados que tengan en cuentan las consultas populares que rechazan la concesión de las trescientas licencias de explotación minera.
«Ya basta de vender a Guatemala. La vida vale más que el oro y la plata; la vida no tiene precio», proclamaron entre vítores y aplausos, a lo que siguieron otros cánticos.
Daniel Pascual Hernández, representante del Comité de Unidad Campesina (CUC), señaló a Acan-Efe que los agricultores están en contra de la «imposición del modelo extractivista» porque destruye los recursos naturales y «corrompe» a los líderes y a las familias.
«Es el problema social más grave que hay ahora en Guatemala», manifestó Pascual Hernández, quien mostró sus disconformidad contra el discurso del Gobierno y de las grandes compañías, que aseguran que esta es «la única vía para el desarrollo».
El dirigente pidió un nuevo modelo que se base «en el consenso y en el diálogo» y que garantice la «soberanía alimentaria de la ciudadanía».
José Cubur, también miembro del CUC, indicó a Acan-Efe que la protesta es el resultado de un encuentro continental por la soberanía popular que concluye hoy en el municipio de Mataquescuintla, en el departamento oriental de Jalapa, a unos 75 kilómetros de la capital guatemalteca.
En el encuentro participaron delegados de Argentina, Brasil, Canadá, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, Perú, República Dominicana y Sudáfrica.
Así, «al calor del compañerismo, la solidaridad y el diálogo intercultural», proclamaron en un documento al que dieron lectura tras la manifestación, y construyeron una propuesta para avanzar en la construcción de un «movimiento continental contra el modelo extractivo y por la soberanía popular».
A su juicio, viven un momento de «asfixia económica, manipulación mediática y de criminalización» en su protesta contra la extracción de bienes comunes a través de la minería, el petróleo o las hidroeléctricas.
«Las empresas logran disminución de impuestos, precariedad laboral, disminución de fuentes hídricas, contaminación ambiental, sobreexplotación, mercantilización y precarización de las mujeres», reza el texto.