Ciudad de Panamá / AFP
Los buques que crucen el Canal de Panamá pagarán una tasa por el uso de agua a causa de la histórica escasez de lluvias, informó el lunes el administrador de la vía Ricaurte Vásquez.
Las nuevas tasas incluyen un pago fijo de 10.000 dólares para los buques mayores de 38,1 metros de largo y 27,7 metros de ancho que crucen el Canal a partir del 15 de febrero.
Además, estas embarcaciones deberán pagar un recargo variable de entre 1% y 10% del costo del peaje en función de los niveles de agua del lago Gatún, principal afluente de la ruta.
El canal también reducirá de 32 a 27 el número de reservas diarias para cruzar la vía.
«El fenómeno que estamos experimentando con el régimen de lluvias y temperaturas más altas que producen evaporación en los lagos nos ha llevado a tomar este tipo de consideración», señaló Vásquez en conferencia de prensa.
Anticipó que las medidas van a traer «una reducción del tránsito» de buques, pero «son las fuerzas del mercado las que al final del día van a determinar la decisión de usar el Canal de Panamá o no», indicó.
La cuenca hidrográfica del Canal de Panamá cerró 2019 con 2,149 milímetros de precipitación, 20% menos del promedio histórico y el quinto peor registro de lluvias en 70 años.
El nivel de agua del lago Gatún se encuentra además muy abajo del promedio, con el riesgo de no alcanzar los márgenes adecuados para enfrentar la actual temporada seca.
De los 5.250 millones de metros cúbicos de agua dulce que necesita el Canal para operar de manera sostenida, solo se disponen de unos 3.000 millones, lo que hace temer que las navieras opten por otras rutas, como el Canal de Suez.
Para enfrentar la situación se estudian medidas medidas a largo plazo como buscar nuevas fuentes de agua subterránea o de plantas de tratamiento, trasvase de ríos, nuevos embalses o desalinizar agua de mar.
«La sostenibilidad del negocio a largo plazo se va a ver afectada» si no se toman medidas, advirtió Vásquez.
Según la Autoridad del Canal de Panamá, por la ruta marítima pasa 3,5% del comercio mundial. Sus principales usuarios son Estados Unidos, China y Japón.
Inaugurado en 1914, la vía también enfrenta una disminución global del comercio y el cambio de rutas marítimas, que se han desplazado hacia Asia en detrimento de Estados Unidos y América Latina.