TeleSUR
El canciller de Venezuela, Yvan Gil, rechazó este jueves el incumplimiento por parte de la Administración de EE.UU. de su compromiso para levantar las medidas restrictivas unilaterales impuestas a la nación suramericana a pesar de haber firmado en 2023 acuerdos con el Gobierno del presidente Nicolás Maduro para levantarlas completamente.
Durante una rueda de prensa, Gil recordó que estos fueron suscritos entre el subsecretario de Estado Brian Nichols y el presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez. Además, dio lectura a un comunicado en que fijó la posición del Gobierno sobre la vergonzosa decisión de la Administración Biden de reimponer las sanciones.
Manifestó que Caracas rechaza la pretensión de la Casa Blanca “de monitorear, tutelar, controlar y manipular la industria petrolera venezolana a través de su política ilegal de imposición de medidas coercitivas y licencias, prácticas acordes con una visión colonialista que el pueblo libre y soberano de Venezuela jamás reconocerá y aceptará”.
Detalló que con esa decisión EE.UU. no le hace daño a una Venezuela independiente que halló un camino para vencer las medidas de presión, sino a cualquier intento de normalizar las relaciones bilaterales y al mercado energético internacional.
Denunció que el incumplimiento de los acuerdos por la Administración Biden se fijó a partir de meros cálculos electorales internos y de tratar de perjudicar las elecciones presidenciales del 28 de julio próximo con la aplicación de sanciones y de la violencia de la extrema derecha venezolana.
De manera enfática y en nombre de los trabajadores, del sector empresarial y otros, rechazó esta nueva agresión imperialista y dejó claro que, con medidas de presión o sin ellas, Venezuela seguirá construyendo su futuro como nación libre y soberana y desarrollará un proceso eleccionario exitoso a partir de la eficacia de su sistema electoral, la fortaleza del Ejecutivo y del Poder Electoral, su Constitución, la participación protagónica de los trabajadores y el diálogo fluido con todas las fuerzas vivas, entre otros factores.
Comentó que ninguna sanción podrá impedir el avance económico que Venezuela ha concretado durante los últimos años, cuando el país identificó un modelo diversificado que se enfocó en la soberanía, en la no dependencia de los ingresos del petróleo y en la autosuficiencia productiva.
Al retomar la idea de que las sanciones procuran perjudicar el proceso eleccionario, desestabilizar la situación nacional y provocar un cambio violento de Gobierno, esclareció que los lacayos de EE.UU., esos que han pedido sanciones, no conseguirán implosionar al país. Todo aquel que pida sanciones e invasiones ha de ser considerados traidor a la patria y recibirá el tratamiento correspondiente según las leyes, manifestó.
Consideró que el impacto del anuncio hecho por Washington meses atrás de que revisaría las sanciones fue muy bajo, pues ha sido muy breve el tiempo para obtener cualquier eventual beneficio en comparación con las 930 medidas de presión económica impuestas desde el 2015 a la fecha.
Ratificó que hay un constante diálogo con una oposición democrática, lo cual permitió hallar un consenso nacional y realizar una amplia consulta para fijar la fecha de las elecciones presidenciales. Subrayó que se continuará promoviendo ese diálogo en busca de estabilidad, paz social y reactivación económica.