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Candidatura de Bukele: una burla a la constitución y a la fe de la gente

Por Lourdes Argueta (*)

Este 26 de octubre se cierra el proceso de inscripción de candidaturas a diputaciones a la Asamblea Legislativa y a la presidencia y vicepresidencia. El FMLN inscribió su fórmula presidencial conformada por los compañeros Manuel Flores y Werner Marroquín, cumpliendo con la ley y la constitución.

También se prevé este día el espectáculo de la inscripción ilegal del actual presidente, quien, no importándole la prohibición constitucional del artículo 152 en la que claramente establece que no puede ser candidato a presidente “el que haya desempeñado la Presidencia de la República por más de seis meses, consecutivos o no, durante el periodo inmediato anterior, o dentro de los últimos seis meses anteriores del periodo presidencial”, se impone mediante una controvertida y fraudulenta interpretación de dicho artículo por parte de los magistrados de la Sala de lo Constitucional, leales al presidente e impuestos por la bancada oficialista, en la que decidieron que Bukele sí puede reelegirse sin reformar las leyes para mantenerse en el poder.

De esta manera, Bukele contradice sus propias posiciones críticas cuando aspiraba a llegar a la Presidencia. “La Constitución no permite que la misma persona sea presidente dos veces seguidas. Eso es para garantizar que no se mantenga en el poder y que se ocupe el poder para quedarse en el poder”, afirmó antes. Ahora debería explicar porque se contradice. Ya le gustó mantenerse en el poder y para lograrlo ha hecho un gasto exorbitante en propaganda de culto a su imagen, y para crear una percepción falsa de la realidad del país. Así es como mantiene confundida a muchas personas y logra apoyos.

Seguiremos denunciando esta arbitrariedad, así como todo el retroceso en la inversión social por parte del gobierno, con el apoyo absoluto de su bancada. Seguiremos cuestionando la incapacidad para resolver la crisis financiera y por ello recurren a reorientar montos designados a los ministerios, porque simple y sencillamente aprobaron un presupuesto general de la nación para el año fiscal 2023 desfinanciado; y no van a reconocer su incapacidad y el despilfarro de recursos que de manera discrecional y centralizada ejecutan.

Pero, además de la denuncia, lo fundamental es la organización, concientización y movilización social y popular, trabajar el factor subjetivo para fortalecer la estrategia de revertir la actual correlación de fuerzas en el país, con la que este grupo que representa al poder económico emergente busca consolidarse como tradicionalmente lo han hecho los poderes oligárquicos en todas partes.

Son una copia de los mismos de siempre, porque él y su grupo no representan nada diferente a esas fuerzas conservadoras y elitistas que han mantenido en la miseria a este pueblo.

La derecha en su conjunto no tiene nada nuevo ni bueno que ofrecerle a la gente, ni aquí en el país ni en ningún otro lugar. De nuevas ideas no hay nada, son las mismas mañas de siempre.

La gente sufre las consecuencias de las medidas que imponen estos gobiernos de derecha y que afectan a la gran mayoría por el recorte a la inversión social, la destrucción de la producción agrícola, y la profundización de las desigualdades por favorecer desde la administración pública los intereses de estos grupos económicos, entre otras medidas que tienen de fondo una injusta distribución de las riquezas de nuestro país.

Y para lograrlo apelan a la persecución a la clase trabajadora, el atropello a sus derechos y la violación sistemática a los derechos humanos, la corrupción imperante y, sobre todo, la manipulación que ejercen impunemente porque mienten y tergiversan la información a conveniencia. Esto se vive aquí y donde la derecha más conservadora y recalcitrante mantiene fuerza en las esferas de poder.

Por todo esto es necesario que impulsemos con fuerza los espacios para el debate y formación política, para unificar criterios y acercar posiciones con las diferentes fuerzas del espectro más amplio de la izquierda, para poder acumular más fuerza en este periodo y no solo resistir, sino romper con la correlación de fuerzas a favor de estos grupos de poder que buscan perpetuarse y blindarse jurídicamente para evitar que le ley les alcance por sus actuaciones.

Si no hay claridad del tipo de unidad que debemos construir desde la izquierda, seguiremos siendo vulnerables frente a esta situación tan compleja en el actual escenario político. Hay que estar claros es que hay una oposición de derecha por contradicciones propias de la misma derecha, pero eso no significa que sean aliados de las fuerzas que representamos al pueblo. Hay identidad de clase que nos define y necesitamos defender esa identidad, la vigencia y legitimidad del FMLN en la sociedad salvadoreña.

(*) Comisión Política del FMLN.

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