Cantaba una rana alegre
sobre el río Goascorán,
allí a un lado Honduras
al otro El Salvador
pasando por el amatillo
hasta llegar al grandioso mar;
ella no tenía frío
solo ganas de cantar;
el vaivén del agua lluvia
le llevaba sin ella saber,
sobre las piedras bailaba,
maliciosa con sus piernas,
daba pasos de tango y twist,
comiendo su delicioso
manjar de esperanzas,
que sus labios rodeaban
en aquellas pequeñas olas
del famoso río Goascorán!!!…
Aristarco Azul
Febrero 01 -2022
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