Chicago/AFP
Unos 2.000 vuelos fueron cancelados el viernes en los dos aeropuertos principales de Chicago, entre ellos el segundo más importante de Estados Unidos, después de que un controlador aéreo provocara un incendio e intentara suicidarse, dijeron autoridades aeroportuarias.
El tráfico aéreo desde y hacia los aeropuertos O’Hare y Midway fue totalmente suspendido como consecuencia del fuego en las instalaciones del aeropuerto de la localidad de Aurora, Illinois.
Casi 2.000 vuelos fueron cancelados, incluidos más de 1.500 en el O’Hare, dijo el aeropuerto, dejando a miles de frustrados pasajeros sin certezas de cuándo podrán viajar.
Según una denuncia de la Administración Federal de Aviación (FAA), Brian Howard, de 36 años, colgó un mensaje en su página de Facebook en el que decía que iba a «eliminar» el centro de control y luego se suicidiría.
La denuncia dice que Howard había trabajado durante unos ocho años como contratista y que intentó incendiar el sótano de las instalaciones, aparentemente con una garrafa de gas.
Paramédicos controlaron a Howard cuando estaba a punto de degollarse, sostiene la FAA. Howard fue trasladado a un hospital de la zobna.
Las autoridades informaron que no se vinculó el episodio con amenazas terroristas.
La terminal de O’Hare es el segundo aeropuerto más importante de Estados Unidos -detrás del de Atlanta (Georgia, sureste)-, con cerca de 67 millones de pasajeros al año.
La FAA explicó que el incendio, que afectó un sótano de telecomunicaciones en el aeropuerto, ocurrió poco antes del amanecer y fue rápidamente extinguido por los bomberos.
Valerie Jarret, asesora principal del presidente Barack Obama, dijo que «una investigación está en marcha entre las autoridades federales, estatales y locales, y sabremos más cuando tengan resultados», indicó la funcionaria a la televisora MSNBC.
La funcionaria, que al igual que Obama nació en Chicago, señaló que autoridades federales acudieron a la zona del incendio, como resultado de la gran cantidad de demoras y suspensión de vuelos que amenazaban con retrasar los vuelos no solo de esta región sino en todo el país.
Jarrett advirtió que la interrupción del tránsito aéreo en uno de los mayores aeropuertos del país «va a causar muchos inconvenientes y es muy, muy frustrante».
La FAA dijo en un comunicado que «los vuelos que ya estaban en el aire con destino al área de Chicago se les permitió continuar a un ritmo reducido, o proceder a un destino alternativo » y agregó que se está trabajando con las compañías aéreas para minimizar el inevitable caos en los viajes.
El centro de radar Aurora tiene a su cargo guiar el tráfico de vuelos de gran altitud con destino y salida en los aeropuertos de Chicago, unas operaciones que fueron asumidas por otra oficina de control de la zona, precisó la Agencia.