Alexandra Vaquerano
@DiarioCoLatino
Cada 22 de mayo se conmemoran a las víctimas de la masacre en la embajada de Venezuela en El Salvador, sucedida en 1979. “Recordar la memoria histórica contribuye a meditar en las acciones negativas del pasado para evitar que se repitan”, dijo el sacerdote que ofició la Santa Misa en honor a las víctimas.
La masacre en la embajada de Venezuela en El Salvador, ocurrida en 1979, es una de las actividades de conmemoración que se contemplan en el calendario de Eucaristías de la Dirección de Pastoral de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA). En tal ocasión, las fuerzas represivas del General Carlos Humberto Romero cobraron la vida de 14 personas, entre ellos estudiantes y docentes de la UCA, que luchaban por un cambio en la estructura social. En la homilía, el sacerdote guatemalteco Carlos Alberto López hizo un llamado al seguimiento y la permanencia en el Señor, así como sus discípulos. Dijo que si sus fieles se mantienen en su amor lo podrán reconocer y dar testimonio: “En esa misión siempre van a tener una presencia animadora, consoladora y sobre todo una presencia que despertará la memoria de todo aquello que han vivido con Jesús”, de esta manera el López se refirió al Espíritu Santo como guía y bastión del pueblo de Dios. Añadió que volver a la experiencia de la memoria de Jesucristo con el Espíritu Santo animará a los cristianos a enfrentar las injusticias sociales. En ese sentido, los feligreses recuerdan a las 14 víctimas de la masacre mencionada, pero no solo a ellos sino a todos los murieron tomando partido por la justicia social y la persecución cristiana. La capilla martirial de la UCA se convierte en el punto de encuentro para revivir la memoria histórica. “Es un lugar donde se les recuerda (a las víctimas) que su muerte no fue en vano, sino que contribuyó a un proceso de reconciliación histórico y que puede ser un camino para encontrar medios con los que se pueda erradicar la violencia que vivimos en nuestros días”, reflexionó el sacerdote.