Samuel Amaya
@SamuelAmaya98
La madrugada de este jueves, la Fiscalía General de la República (FGR) giró la orden de captura contra tres dirigentes de Alianza Fútbol Club, entre ellos, Pedro Hernández, presidente del club, y dos de la asociación Estadios Deportivos de El Salvador (EDESSA) por tener presunta responsabilidad sobre la tragedia ocurrida la noche del sábado 20 de mayo, cuando una estampida humana dejó a 12 fallecidos y centenares de lesionados del conjunto capitalino.
Durante la tarde de este jueves, la FGR y la PNC ejecutaron allanamientos en diferentes locales, tras los hechos ocurridos el pasado sábado 20 de mayo, en el Estadio Cuscatlán. Se realizaron registros en el área del Sistema de Boletos Maya Tik, lugar donde se elaboran, distribuyen y registran los boletos de los encuentros deportivos, así como en las oficinas administrativas de Alianza F.C.
Como parte de la investigación que se ha iniciado respecto al caso, la FGR buscó documentación financiera contable, contratos con la proveedora de boletos, boletos utilizados el día del evento e información de la logística del evento. También realizaron allanamiento en las oficinas de la empresa administradora del estadio Cuscatlán (EDESSA).
La Fiscalía dijo a través de redes sociales que luego de realizar las diligencias de investigación, “se ha logrado individualizar a los responsables de la tragedia ocurrida en el Estadio Cuscatlán”.
Los capturados son: Pedro Hernández, presidente de Alianza F.C., Edwin Abarca Ventura, gerente de seguridad de Alianza F.C., Zoila Córdova, gerente financiera de Alianza F.C., Reynaldo Avelar Contreras, gerente general de EDESSA y Samuel García Montano, encargado de las llaves del estadio.
La FGR giró las cinco órdenes de captura contra estas personas por los delitos de: homicidio culposo, lesiones culposas, estragos públicos.
La FGR presentará el requerimiento fiscal en los próximos días. De momento y hasta el cierre de esta nota, ni la PNC ni la FGR brindaron más detalles sobre estas detenciones y tampoco si habría más capturas. Solo se conoció que a los detenidos los habrían trasladado a las bartolinas de la Policía Nacional Civil, ubicado en la calle Concepción, de San Salvador, conocido como “El Penalito”, pero fueron trasladados con rumbo desconocido.
La entidad fiscal sostuvo que las puertas habilitadas no eran suficientes para el número de aficionados. Esos únicos accesos, además, no fueron abiertos con suficiente anticipación para un ingreso ordenado y seguro.
“Los organizadores, al agotar las entradas disponibles para el encuentro deportivo, decidieron comercializar ilegalmente boletos emitidos para encuentros anteriores”, señaló FGR.
Muchos aficionados piden también una investigación hacia los agentes de la PNC que por negligencia dejaron que la estampida humana se suscitara y es que de hecho, las bases de competencia de la Primera División de Fútbol profesional señala que los clubes locales son responsables de coordinar la seguridad interna y externa de los estadios donde se llevan a cabo los juegos de la temporada, en este caso, a Alianza Fútbol Club, debiendo solicitar el apoyo de la Policía Nacional Civil para coordinar el control y la vigilancia en los estadios, en este caso en el Cuscatlán, y garantizar la seguridad de los clubes visitantes y los aficionados. Este mismo punto lo resaltó la FESFUT en su comunicado del 23 de mayo.
El usuario en Twitter bajo el nombre Noé Aguilar señaló que aparte de esas capturas ejecutadas por FGR “ahora falta: 1) el encargado del dispositivo de seguridad que designó la PNC para ese juego. 2) Los agentes de policía que estaban en la puerta de sol general por su negligencia de cerrar portones y también por no ayudar cuanto vieron a personas caídas”.
Sobre el segundo punto, existen decenas de relatos de personas sobrevivientes que aseguran que la PNC tuvo también la culpa por cerrar el portón y por actuar indiferente ante la ola de víctimas.