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Carlos Mauricio Hernández. Por Marlon Chicas – El Tecleño Memorioso

Por Marlon Chicas – El Tecleño Memorioso

A su memoria.

♫Venid pecadores al pie de la cruz, adorad la sangre de mi buen Jesús♫, cántico penitencial que solía entonar en vida Carlos Mauricio Hernández (+), en las procesiones de Semana Santa en Santa Tecla. El pasado 11 de junio se cumplieron cinco años de su deceso; por lo que el presente, rinde un homenaje póstumo a su memoria.

Por su comportamiento tierno, le llevó a convertirse en un personaje popular en la ciudad, más que el alcalde u otra celebridad. Poseedor de una vigorosa voz de la que alardeó en Semana Santa; ataviado de saco y corbata (¡eso sí un par de tallas más arriba de la propia!); imprimiendo con su estilo la solemnidad del momento.

Carlitos fue un apasionado de la música sacra desde niño, por lo que dio sus primeros pasos en la melodía acompañándose de un saxofón de plástico, con el pasar del tiempo lo reemplazó por uno metálico, gracias a la familia del exalcalde José Domingo Chávez Aguilar. Otra cualidad que lo distinguió fue su capacidad de crear historias, que relataba con tanta naturalidad que, en ocasiones se le creía.

Por su espíritu indómito y aventurero, se extravió en cierta ocasión en Esquipulas, República de Guatemala, durante una excursión a la que fue invitado según lo rememora doña Mayra Velásquez y Ernesto Interiano. Otro elemento por considerar, fueron sus permanentes cumpleaños, su estado civil, así como llamar mamá o tío a quien le prodigaba cariño, entre otras gracias que le identificaron en vida.

Carlitos vivió siempre honestamente, realizando encomiendas a los empleados de la comuna, no era extraño verlo caminar a cualquier hora del día por la ciudad. Por otra parte, se convirtió en el informador de todo suceso ocurrido en el municipio. Otra característica en él fue su solidaridad en los velatorios, en los que no era raro encontrarlo; gracias a este hecho logró un techo seguro donde pernoctar.

Carlos Mauricio Hernández, entregó su alma al Creador un 11 de junio de 2019, luego de batallar con una compleja enfermedad que lo fatigó toda la vida, la cual le ganó la batalla, reencontrándose por fin con su amada madre a quien siempre extrañó.

Sirva este reconocimiento a un personaje icónico de la Ciudad de las Colinas, a quien esta le otorgó el título de hijo meritísimo, sin necesidad de condecoraciones ni pergaminos, ubicándolo en las páginas de oro de esta urbe, donde se le recordará por siempre.

Descansa en paz, Carlitos en la presencia de Nuestro Creador, la Santísima Virgen María, y en compañía de tu amada madrecita, a quien perenemente extrañaste.

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