Santiago Leiva
@DiarioCoLatino
Y la final será verde y blanco como el césped del Estadio Cuscatlán. Santa Tecla y Alianza quebraron pronósticos y pasaron de la esperanza a la realidad al imponer su verde y su blanco sobre el anaranjado de Águila y el verde del Sonsonate respectivamente. La batalla por el título del Apertura 2016 se oficializó ayer y los protagonistas serán pericos y albos.
La hinchada negro naranja de Águila y la verde de Sonsonate sacaron el listón negro hasta el pitazo final, después de asistir a batallas bastantes disparejas. En el caso de Águila era una muerte anunciada, pero aún así luchó, pero no le alcanzó el 2-0 sobre los tecleños. Los elefantes, en cambio, aplastaron 4-0 a los cocoteros.
Después de haber empatado a cero en la ida con Sonsonate, los paquidermos llegaban al juego de vuelta con pronóstico reservado; mientras que los emplumados habían acabado entubados en una sala de cuidados intensivos después de la paliza de 4-1 que recibieron de Santa Tecla en el primer juego. No obstante, ayer el cuadro migueleño recibió una bocanada de aire y mostró mucha mejoría al grado que llegó a pensar que sobreviviría, pero cuando el cronómetro cruzó el 90+4 la máquina se apagó y solo quedó la línea que anunciaba el deceso de sus ilusiones.
Luchó Águila hasta la muerte y puso de rodillas a un Santa Tecla que, en esta ocasión, perdió su estilo y solo le valió la fortuna y la garra para defender con uñas y dientes su ventaja acumulada.
Tal y como se esperaba, los anaranjados se volcaron sobre la portería de Joel Almeida y los frutos se notaron desde los primeros minutos. Aún no se cumplía el minuto siete y la hinchada migueleña congregada en los graderíos del Estadio Ramón Flores Berríos ya celebraba gol.
El festejo de los orientales llegó gracias a una anotación de Jimmy Valoyes, un tanto que dejó un par de dudas respecto a la posición en la que se encontraba el cafetero al momento de enviar la pelota al fondo de la red. Joel Aguilar Chicas, sin embargó, no dudó al señalar el centro de la cancha.
El gol pellizcó el orgullo de los pericos que comenzaron a tratar mejor la pelota y a generar llegadas en las que tuvo que intervenir Benji Villalobos para evitar el empate. Dos tapadas claras tuvo el meta migueleño, la más peligrosa un zapatazo de Gilberto Baires que el portero sacó hacia el tiro de esquina.
Águila también desperdició oportunidades claras para incrementar la cuenta antes de bajar el telón para irse al descanso. Ignacio Flores, a la media hora, tuvo para perforar la cabaña perica, pero disparó desviado y ahogó el grito de gol.
A la vuelta del camerino, Santa Tecla olvidó su manual y, sin la hoja de ruta, perdió el caché, naufragó en la zona ancha y Águila le mostró las garras. El técnico emplumado Dario Larrosa quemó sus naves y, a partir de ahí, a los tecleños se les hizo necesario un “té relajante”, pues los migueleños consiguieron 2-0 y el duelo se puso a tiro de empate.
El esperanzador gol llegó al ´62 y llevó la firma de Flores, quien rechazaría luego ponerse el traje de héroe. Tuvo el ariete uruguayo, al ´78, para decretar el 3-0, pero increíblemente, a puerta vacía, no le pudo dar dirección al balón. Antes de esa ocasión fallida, Almeida había atragantado el grito de gol para los orientales.
Conforme avanzó el partido, el cronómetro se convirtió en el principal enemigo de los negro naranja y, tras cruzar los 90 minutos reglamentarios y el agregado, llegó el pitazo final: Santa Tecla celebraba, tumbado en la grama, su boleto a la final.
HUMO BLANCO
Alianza llegó envuelto en una nube de humo gris al Estadio Ana Mercedes Campos, pero todo se disipó después de 45 minutos. Los elefantes no solo cogieron ventaja con el gol de Rodolfo “Fito” Zelaya al ´25, sino que también quedaron en superioridad numérica después de la expulsión de Paolo Suárez al final del primer tiempo.
Si después de los primeros 45 minutos el panorama era oscuro para los cocoteros, la noche se les vino encima después de un “yerro” del portero Óscar Martínez. El portero cometió un penalti “bobo” sobre Juan Carlos Portillo, y Alex Larín se encargó de hacer justicia y firmar el 0-2.
En adelante, lejos estuvo el equipo de Agustín Castillo de mostrar el brillo del primer juego, y Alianza aprovechó su peso y superioridad para finiquitar el duelo de forma tempranera. “Fito”, con un potente derechazo, colocó el 0-3.
A partir de ahí, el juego se convirtió en simple trámite; lo notó el árbitro Marlon Alfonso Mejía y concedió un penalti inexistente al Sonsonate, pero Moisés Mejía no pudo vencer al portero Óscar Arroyo en el ´77.
Si Mejía desperdició el gol de la honra, “Fito” no desaprovechó la ocasión para firmar un “hat-trick”. El delantero albo aprovechó un trazo largo para quitarse al portero y definir el 0-4 a puerta vacía. Fin de la historia.
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