Rosmeri Alfaro
@RosmeriAlfaro
A menos de 206 kilómetros de San Salvador se encuentra la franja fronteriza de Perquín, zona que deben cruzar a diario decenas de niñas, niños y adolescentes para ir a las escuelas ubicadas en territorio salvadoreño.
Debido a la doble nacionalidad con la que cuentan a consecuencia del Fallo de la Corte Internacional de Justicia de La Haya en 1992, los menores de edad tuvieron que presentar por años su partida de nacimiento, para pasar el registro de control migratorio. Ahora todo es diferente.
El nuevo Carné de Tránsito Vecinal Fronterizo, distribuido por la Dirección General de Migración y Extranjería (DGME) les permite el libre tránsito en los municipios de Perquín y Arambala, en El Salvador y Honduras.
El año pasado, más de 3 mil 700 niños, niñas y adolescentes que transitan en la franja fronteriza fueron beneficiados con el documento migratorio que les permite hacer el trámite de forma electrónica.
“Al llegar a la frontera en Perquín, únicamente deben realizar un procedimiento por medio de un quiosco electrónico para especificar el motivo del viaje, proceso que no demora más de 15 segundos. En la mayoría de los casos van a la escuela, viajan para hacer uso de los servicios de salud y recreación en la zona”, detalló la DGME. A finales de septiembre Migración prevé realizar una segunda jornada de carnetización para beneficiar a 126 niñas y niños que han nacido entre agosto del año pasado a la fecha. Con la implementación de este sistema, la DGME ha elaborado una base de datos de los menores de edad y personas adultas, a fin de cuantificar el movimiento migratorio en la zona. A la fecha ha contabilizado 14 mil 544 movimientos de entrada y salida, en su mayoría de salvadoreños que habitan en la zona de los ex bolsones.