Por Josh Edelson
Oroville/AFP
Casi 200.000 personas permanecían evacuadas en el norte de California sin tener la certeza sobre cuando volverán a sus casas ante la falla en una represa, que está siendo reparada en una carrera contrarreloj por las autoridades estadounidenses.
Las autoridades evalúan la solidez de los aliviaderos de la represa de Oroville, de 235 metros, la más alta del país y cuyo embalse está hasta el borde.
El drenaje de emergencia tuvo que ser activado por primera vez el sábado luego que un enorme agujero se abriera en el principal la semana pasada.
Pero éste también comenzó a erosionarse amenazando con romperse y desviar el agua hacia las ciudades del valle.
Las autoridades reactivaron el drenaje principal y desesperadamente descargan unos 3.000 metros cúbicos de agua por segundo para bajar el nivel de embalse del lago Oroville, que se había colmado tras varias semanas de fuertes precipitaciones, en por lo menos 15 metros -2,3 m por día- antes de que lleguen las próximas lluvias.
De esa forma buscan evitar inminentes inundaciones «catastróficas».
Por ahora, 188.000 personas siguen evacuadas y ubicadas en refugios improvisados en escuelas, gimnasios y bases militares.
«Cuando sea seguro, basado en las evaluaciones de la DWA [el departamento de Recursos Acuáticos de California] y de nuestros compañeros federales y regionales, tendremos una mejor posición de cuando podremos levantar la evacuación», que «sigue en pie», dijo en una rueda de prensa el sheriff del condado de Butte, Kory Honea.
Unos 578 presos de la cárcel del condado de Butte fueron trasladados igualmente a la prisión de Alameda y ahí permanecerán durante la situación.
Lluvias previstas
La televisión muestra impresionantes imágenes del agua siendo liberada al río Feather desde esta presa de 235 metros, que fue terminada en 1968 y que las autoridades aseguran no corre riesgo de colapsar.
«No estoy seguro que algo estuviera errado», dijo el vocero del DWA, Bill Croyle, sobre la falla del aliviadero auxiliar. «Esto es nuevo, nunca había pasado algo así», añadió.
Aunque tres organizaciones medioambientalistas –Friends of the River, Sierra Club y South Yuba Citizen League– denunciaron hace más de una década ante las autoridades federales y regionales que la represa no cumplía con los estándares de seguridad modernos y que en caso de una fuerte lluvia podrían registrarse daños y poner en riesgo vidas.
«Los exhortamos a poner concreto en los aliviaderos, nuestro argumento era que sin un aliviadero correcto, la ladera se lavaría y causaría inundaciones catastróficas», explicó a CNN Ron Stork, director de políticas de Friends of the River.
Al ser consultado sobre esta denuncia, Croyle respondió: «no estoy familiarizado» con el caso.
La DWA tampoco respondió a los llamados de la AFP.
El gobernador de California Jerry Brown declaró el estado de emergencia e indicó en un comunicado que «está dirigiendo a todo el personal y los recursos necesarios para manejar esta muy seria situación».
Croyle aseguró que están trabajando 24 horas y que vigilan el comportamiento de la presa utilizando drones.
Una tormenta está prevista para el jueves y viernes, aunque sin la misma fuerza que las anteriores y en un ambiente más frío.
«Están drenando la lluvia, pero esto no quiere decir que están salvados. Meteorológicamente vienen más tormentas, no tendrán el descanso que necesitan», explicó a la AFP Alan Hayes, de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA).
Helicópteros continuaban colocando rocas en las áreas erosionadas del desagüe de emergencia para evitar que las próximas lluvias vuelvan a colmar el embalse.
Tropas federales en alerta
La Guardia Nacional de California dijo este lunes de mañana en Facebook que había alertado a sus 23.000 miembros que estuvieran listos para desplegarse.
«Estamos preparados para enviar (…) tropas federales si es requerido», dijo el portavoz del Pentágono, Jeff Davis. En «algunas de las áreas estamos listos para proveer asistencia, sería aviación, toma de imágenes aéreas, rescate acuático, tanto en aguas rápidas como tranquilas, asistencia a masas y refugio», añadió.
Sería la mayor movilización de la Guardia Nacional desde los disturbios en Los Ángeles en 1992, después de conocerse el veredicto en el caso de brutalidad policial contra Rodney King.
Una buena noticia es que los equipos especializados de los bomberos para inundaciones masivas que fueron enviados a la zona salieron de Oroville este lunes.
Aunque por ahora la normalidad no aparece aún en el panorama.
«Es difícil ver en la bola de cristal y ver como esto va a evolucionar», expresó Kevin Lawson, de los bomberos de California.