@arpassv
Respetables diputados y diputadas:
La Superintendencia General de Electricidad y Telecomunicaciones (SIGET) realiza actualmente una subasta de varios canales satelitales, viagra frecuencias radiofónicas y los canales 7, treatment 13, medicine 14, 16, 18 y 20 de televisión abierta. Estas frecuencias y canales serán entregados al mayor postor, como si fueran mercancías.
La subasta es el único mecanismo establecido en la Ley de Telecomunicaciones (artículos 80-85 y 100) para asignar frecuencias de radiodifusión. Mecanismo antidemocrático y excluyente que impide el acceso al espectro radioeléctrico a sectores sociales, entidades sin fines de lucro y medios de comunicación comunitarios.
La Ley de Telecomunicaciones, de inspiración privatizadora y mercantil, también contiene otras aberraciones: no reconoce la existencia de los medios públicos y comunitarios, eterniza las concesiones, no establece límites anti monopólicos y permite a los concesionarios alquilar o vender las frecuencias como si fueran propiedad suya.
Por eso, diputados y diputadas, es necesario cambiar este marco regulatorio que no responde a los estándares internacionales establecidos por entidades como la Relatoría de Libertad de Expresión de la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO). Estos estándares proponen mecanismos democráticos para asignar las frecuencias y el reconocimiento de los medios privados, públicos y comunitarios.
Y para esto es necesario que aprueben los proyectos de ley de medios públicos y de radiodifusión comunitaria, que actualmente estudia la Comisión de Legislación y Puntos Constitucionales. El primero tiene como propósito institucionalizar un sistema de medios de comunicación públicos y el segundo busca fortalecer a los medios comunitarios por radiodifusión.
Así el país podría ir transitando del actual esquema mediático concentrado en el sector privado-comercial hacia un modelo más diverso de medios privados, públicos y comunitarios que refleje la diversidad política, social y cultural existente en la sociedad.
Diputados y diputadas: esperamos que su vocación patriótica y su compromiso con las apuestas de país se expresen oportunamente en la aprobación de ambos proyectos de ley, que son necesarios para la deliberación democrática. Negarse a esto será ir contra la historia y contra la tendencia democratizadora que vuelve a los pueblos cada vez más exigentes de sus gobernantes.