CARTA ABIERTA A LA COMUNIDAD ARTÍSTICA Y CULTURAL DE EL SALVADOR

Foto: «QUETZALCOATL», obra desaparecida/perdida.

Por ROMEO GILBERTO OSORIO

Es lamentable que un esfuerzo artístico independiente y de amplia trascendencia internacional iniciado hace unos 30 años como fue la exposición «LÍNEAS, Artistas Salvadoreños en San Francisco» fuera boicoteado por razones políticas o por nefastos descuidos que rayan en la ilegalidad.

Paso a exponer el caso: Parte de esta muestra circulante de importantes artistas salvadoreños residentes en San Francisco (California), se encontraba alojada para su muestra en la Casa de la Cultura del municipio de Sacacoyo al preciso momento de la llegada de la pandemia. Sin embargo una vez removidas las restricciones gubernamentales de la pandemia, se gestiona su entrega para proceder a reanudar el itinerario de sus presentaciones por el país.

Pero resulta que a partir de las elecciones del 2021 y el cambio de conducción de la alcaldía de Sacacoyo, las obras han desaparecido.

A partir del cambio administrativo de la Casa de la Cultura, que fuera auspiciada con fondos suministrados por el gobierno de Holanda en función de promover las artes en las comunidades de la Sierra del Bálsamo, la saliente administración edilicia de Sacacoyo tergiversa el proyecto y hace desaparecer los recursos y las obras alojadas en dicha localidad, cancelando su funcionamiento. La mesa directiva encargada del proyecto cultural incluía al alcalde saliente, dos diputados de la Asamblea Legislativa y varios ciudadanos más.

Resulta difícil creer que una de las obras desaparecidas, debido a su tamaño monumental, pudiera ser extraviada. Se trata de una instalación escultórica que mide aproximadamente 45 metros de largo por 1.5 metros de ancho, confeccionada en resina poliéster sobre fibra de vidrio, con colores minerales y collage, titulada “Quetzalcóatl”. A pesar de su gran tamaño, sus cualidades vitrales y transparencia, ésta sin embargo puede ser enrollada a una dimensión menor para su transporte o embodegado. Terminando en un bulto de no más de un metro y medio por unos noventa centímetros de ancho, que fácilmente pudiera pasar por insignificante o pasar desapercibida a pesar de la magnitud y tamaño de su contenido.

Dicha obra en su composición incorpora además una variedad de aditivos: Afiches clásicos en serigrafía, dibujos, fotografías y recortes históricos de periódico, incluyendo un facsímil del códice Maya de Dresde, que ilustran su temática, objetos de gran valor e importancia tanto cultural como histórica.

Tras consultar con las actuales autoridades de la alcaldía de Sacacoyo, la obra resulta ya no estar ni en su posesión ni en su inventario. Los funcionarios reiteraron que por la dimensión monumental de la obra, esta no habría podido pasar desapercibida para ellos en el contexto de la transición administrativa. Hacia el final de esta mi gestión de recuperación, éstos personeros de la alcaldía se comprometieron amablemente a tratar de averiguar lo más posible de su paradero, a partir de sus contactos e influencia en la comunidad. Esto último ocurrió el año pasado.

Dicha obra fue inicialmente elaborada y presentada como un legado histórico a modo de un códice gigantesco conmemorando el fin de la guerra civil, con motivo de la exposición “Mas Allá de los Volcanes. Retrospectiva de Artistas Salvadoreños en El Salvador y San Francisco” ocurrida en 1992 en San Francisco California. Esta exposición inicia un intercambio de divulgación y promoción de las artes visuales salvadoreñas en el exterior, a partir de la promoción de importantes retrospectivas, entre ellas “Arte Contemporáneo en El Salvador” en el 2002, y “TERRITORIOS: Nuevas Corrientes Visuales de El Salvador y la Diáspora” en 2009.

Recíprocamente el intercambio se extiende a El Salvador. Iniciando en la Sala Nacional de Arte con la muestra denominada: “LINEAS, Artistas Salvadoreños en San Francisco” en el 2016; para luego pasar a Cancillería y seguir su itinerario en el Museo del Ferrocarril en Sonsonate, la Casa de la Cultura de Sacacoyo, para ulteriormente pasar y concluir sus presentaciones en el Museo del Ferrocarril en San Salvador y la Pinacoteca de la Universidad de El Salvador.

Es lamentable que tan prolongada gestión e importante proyección y promoción artística estrictamente independiente, fuera boicoteada por un mal entendido político o un vil descuido, ya que es difícil creer que dicha obra fuera desechada como “basura”. El caso merece al menos su debido esclarecimiento por parte de los personeros locales del proyecto holandés de la Sierra del Bálsamo, y su posible recuperación física, lo cual recae sobre la pasada administración de la alcaldía de Sacacoyo.

ROMEO G. OSORIO

Artista plástico, curador salvadoreño y coordinador del proyecto

San Francisco California, 30 de abril de 2023.