Comité de Solidaridad con Cuba, viagra de Antiguo Cuscatlán
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De : ANTONIO GUERRERO ( 58741004 )
24/12/2013 11:11:10 a.m. MENSAJE A LOS AMIGOS
Queridos amigos
Este diciembre se cumplen 12 años de aquellas largas, brutales e injustas sentencias que nos impuso una Jueza de la Corte de Miami.
Recuerdo cuando llegue a la penitenciaria de Florence, el crudo frío invernal de aquel febrero del 2002. Iba con aquella sentencia de vida a cuestas. Ingresaba en lo que algunos reclusos llamaban “el cementerio de hombres vivos”. Muchos de los que allí conocí estaban destinados a morir en esa penitenciaria o en cualquier otra prisión del sistema federal. Sus posibilidades en las Cortes de lograr una fecha de salida eran nulas. Algunos ya habían cumplido mucho tiempo encarcelados. La violencia era el pan de cada día dentro de aquellos muros. No era fácil encontrar a alguien que pudiéramos llamar un tipo pacifico, tranquilo. Casi todos arrastraban un hecho violento en su record, fuera y dentro de la cárcel. Personas con desajustes mentales abundaban en aquel lugar.
Recuerdo que en algunas conversaciones con los presos más veteranos varios de ellos afirmaban: Cuando se llega a los 15 años es que comienzan a aflorar los trastornos psicológicos y físicos, nadie puede aguantar tanto tiempo, ahí es cuando “la prisión es prisión”.
Y, bueno, estamos en el decimosexto ano de nuestro cautiverio sin el menor síntoma de locura ni el menor vestigio de pesimismo. Todo lo contrario, cada día estamos más claros y somos más creativos, cada día nos sentimos más optimistas y serenos.
Me atrevo a decir que jamás recluso alguno ha recibido la cantidad de cartas que han llegado a nuestras manos desde todas las latitudes del mundo, durante este prolongado encierro; cartas llenas de hermandad y de amor. Esas muestras de solidaridad no se han detenido ni han disminuido desde que se dio a conocer nuestra situación en el 2001 a nuestro pueblo y al mundo. Sabemos que solo cuando los cinco regresemos a nuestras casas se detendrá esa inmensa ola de solidaridad.
No podemos pasar por alto que hoy día en la penitenciaría de Victorville, un “cementerio de hombres vivos” como el de Florence, cumple una cruel y totalmente injusta sentencia de dos cadenas perpetuas nuestro hermano Gerardo. Su ejemplo de firmeza, de dignidad, de humanidad y de optimismo ha de estar presente en la lucha cotidiana por vencer con amor, razón y entereza la colosal injusticia.
La ruda prisión nos ha demostrado que un hombre inocente, con convicciones puras, querido por su pueblo y por tantos amigos jamás perderá su cordura ni dejara que se quebranten su integridad y su moral, así lo pongan en la celda más aislada en la que lo puedan poner.
Dijo José Martí: “Un principio justo desde el fondo de una cueva puede más que un ejército”.
Llegue a ustedes nuestro eterno agradecimiento por su apoyo gigante y constante, que nos hace ser resistentes y nos hace sentir libres.