Vanda Pignato
Mis cartas anteriores han estado dirigidas a las y los candidatos presidenciales con la intención de aportar al debate que debemos promover antes de una elección tan importante.
Estas palabras, en cambio, están dirigidas a todo el pueblo salvadoreño, en estos días en que la proximidad de la Navidad y el Año Nuevo nos abren el camino hacia los sentimientos más fuertes, los deseos más grandes, y la esperanza de un futuro compartido y mejor.
Es precisamente porque entramos pronto al 2019, un año electoral, de cambio de gobierno (todo ello ocurrirá en apenas unos meses) es por ello que quiero dirigirme a ustedes, mujeres y hombres del país, para hacerles llegar unas reflexiones.
Cada vez que vamos a votar ponemos, una voz de esperanza, un deseo, para quienes son merecedores de nuestra confianza nos conduzcan hacia un destino mejor para las actuales y las nuevas generaciones.
Ese acto de votar es un pequeño ejercicio de poder que nos pertenece, es nuestra manera, en democracia, de expresar nuestro pensamiento de cómo deberían marchar las cosas. Y es también, por eso, una responsabilidad.
Para ejercer esa responsabilidad de la mejor manera posible se hace necesario que escuchemos a las y los candidatos, sus propuestas para que las evaluemos, y analicemos sus discursos para saber cuánto de verdad hay en ellos y cuánto de mentira, de oportunismo, de manipulación. Que conozcamos quiénes son para que no nos dejemos llevar por propuestas que pueden parecer soluciones a los problemas pero que conducen a profundizarlos, más temprano que tarde.
En estos años hemos dado algunos pasos adelante pero no en la magnitud que todos deseábamos. Eso no significa que debamos volver al pasado. Significa que quisiéramos avanzar más, pero sobre la base de lo que ha sido logrado con mucho esfuerzo.
Personalmente he impulsado políticas y programas que han sido muy positivos para luchar contra la exclusión, la injusticia y la desigualdad. Trabajando desde cada sede de Ciudad Mujer, para empoderar a las mujeres y a través del ISDEMU generando mecanismos en todo el Estado que garanticen una clara y efectiva ruta en el ejercicio de los Derechos de las mujeres. No quisiera que nada de eso se interrumpiera y perdiéramos los logros que hemos alcanzado.
La superación de la pobreza no es tarea sencilla ni de un día para el otro. Quienes prometen “pobreza cero”, sin decirnos exactamente cómo lo lograrán en tan poco tiempo, seguramente están haciendo demagogia barata, están mintiendo. Es puro populismo. Igualmente cuando se promete pleno empleo, sin mencionar la forma y el tipo de empleo están presentando ofertas sin base sólida que linda en el engaño.
Los objetivos de desarrollo son compartidos y las soluciones deben ser también compartidas. Nadie ni ningún partido por si solo podrá cambiar y solucionar los problemas del país. Se necesitan actos de grandeza para lograr acuerdos en torno de programas políticos, económicos y sociales que sean verdaderas salidas a esas problemáticas.
No quiero terminar sin dejar de agradecer a toda la gente –miles y miles de hombres y mujeres- que por distintos medios me hace llegan su amor, su cariño, su solidaridad y sus deseos de justicia para conmigo.
A todas y todos los llevo en mi corazón, que hoy lucha con más fuerza contra la enfermedad, la injusticia y la persecución, gracias a ese enorme afecto que me transmiten.
Que Dios les bendiga, que tengan una feliz Navidad junto a sus seres amados y que el 2019 sea un año de oportunidades y realizaciones para quienes luchan día a día para sacar adelante a sus familias.
Les amo con todas mis fuerzas.