Página de inicio » Opiniones » Carter, Torrijos y Panamá: 9 de enero en conexión histórica

Carter, Torrijos y Panamá: 9 de enero en conexión histórica

Dr. Víctor Manuel Valle Monterrosa

El 9 de enero de 2025, según lo anunciado por el gobierno de Estados Unidos, concluirán los funerales de Estado del presidente James Carter (1977-1981), recientemente fallecido a sus 100 años de edad. En esa fecha se cumplen 61 años de la “masacre de estudiantes panameños” cuando, el 9 de enero de 1964, efectivos de seguridad de Estados Unidos, en la “zona del canal”, mataron a balazos 22 estudiantes panameños que intentaban izar la bandera de su país en un edificio de dicha zona.

La historia junta a Carter y a Panamá en esa fecha que fue un parte aguas en la historia de esa República de Nuestra América, pues la indignación causada al interior de la sociedad panameña, por esa masacre, fue un factor fundamental para que 13 años después, el 23 de octubre de 1977, el general Omar Torrijos, jefe de Estado de Panamá, y el señor James Carter, presidente de Estados Unidos de América, suscribieran los Tratados Torrijos Carter.

Los Tratados tuvieron vigencia a partir del 31 de diciembre de 1999 y dieron fin a la insultante cesión a perpetuidad de   1500 kilómetros cuadrados de territorio panameño, vigente entre 1903 y 1999, para construir y administrar el Canal de Panamá, cláusula impuesta por el presidente estadounidense del “gran garrote” en diplomacia, Teddy Roosevelt (presidente 1901-1909).

El presidente Carter y el general Torrijos, dos líderes poco usuales, tuvieron el coraje y la visión de suprimir ese baldón a la dignidad de Nuestra América. Con los Tratados se fueron de territorio panameño el Comando Sur, algunas bases militares y la Escuela de las Américas donde militares de Estados Unidos entrenaban en contrainsurgencia a policías y militares de América Latina.

Estados Unidos, sobre todo desde el siglo XX, ha producido de vez en cuando, presidentes que, sin renunciar a la vocación hegemónica del país como bastión del capitalismo mundial y su condición de superpotencia, lideran algunas aperturas que oxigenan el régimen político de su país y, de paso, el de sus países subalternos aliados.

Ejemplos, Woodrow Wilson y sus 14 puntos de 1918 para administrar la posguerra mundial primera; el Nuevo Trato y la Carta de Atlántico de Franklin Roosevelt, para sacar al país de la depresión de los 1930, con lo primero, y fraguar el nuevo orden mundial después de la guerra mundial segunda; en los años 1940; la Alianza para el Progreso de John Kennedy, para modernizar los Estados latinoamericanos, sobre todo los más atrasados, y evitar otra Cuba en los 1960.

Jimmy Carter, cuya formación superior fue de alférez o subteniente en la Academia Naval de Estados Unidos, graduado en 1946, fue de esos presidentes e impulsó una defensa de los Derechos Humanos desde la óptica de los principios políticos sustentados en el modo de vida de Estados Unidos. Fue en tiempos de Carter que los sandinistas derrocaron a Somoza Debayle en Nicaragua, en 1979, y se auspició el golpe de estado en El Salvador ese año para derrocar al general Carlos Humberto Romeo que ya había agotado el modelo represivo con el que se mantuvo en el poder por dos años como aliado de Estados Unidos.

Torrijos fue un militar panameño que asombró a Nuestra América, de esos que no veían normal ser guardianes de oligarquías y obsecuentes colaboradores de Estados Unidos. Formado como militar en El Salvador, donde tuvo como compañeros de Escuela Militar al cadete de entonces Arturo Armando Molina, presidente 1972-1977, y otros de similar condición ideológica, se incorporó como oficial de la fuerza armada de Panamá, entonces llamada Guardia Nacional, que cohabitaba sumisamente y, a veces, a regañadientes, con los militares estadounidenses que mandaban en Panamá desde su Zona del Canal.

Es probable que desde ahí Torrijos haya incubado un pensamiento anti imperial y de dignidad panameña. Llegado al poder, por golpe de estado de 1968, retomó la bandera izada por los estudiantes mártires y héroes de 1964 y fraguó una posición política de reivindicación de la dignidad panameña y, hasta cierto punto, de consolidación de una identidad de Panamá soberana. Para eso llevó a cabo negociaciones con el gobierno del Presidente Carter.

El 9 de enero en Panamá es el “El Día de los Mártires”, en homenaje a los 22 estudiantes muertos en 1964 y que fueron semilla para la negociación que condujo a los Tratados Torrijos Carter. Ese día, el corriente 2025, será el entierro del presidente Carter que nuevamente estará con Torrijos en la historia. Torrijos murió en accidente de avión en 1981.

Los héroes y mártires de 1964 deben ser recordados como fuente de inspiración para preservar la soberanía panameña en todo su territorio incluido el Canal de Panamá. Y no hay que olvidar, entre los caídos el 9 de enero de 1964, al dirigente estudiantil Ascanio Arosemena que, a sus 20 años, sobresalió como dirigente para izar la bandera panameña en la Zona del Canal como símbolo de una lucha decisoria que llevó a los Tratados Torrijos Carter de 1977.

Ver también

LA FUERZA INNOVADORA DE LOS JÓVENES

Leonardo Boff (Tomada de Agenda Latinoamericana) La humanidad enfrenta una tremenda encrucijada: decidir si sigue …