Por: Rolando Alvarenga
Hoy que el nuevo gobierno está realizando una especie de limpieza en algunos ministerios, sería bueno que la purga también alcance a los sobrevivientes del Comité Directivo del INDES, que en la gestión pasada aprobaron un Acuerdo Institucional por casi diez mil dólares mensuales para pagar publicidad a un grupo de periodistas y medios de comunicación.
Quizá realizar ese tipo de contratos sea atribución institucional, pero resulta que esos diez mil dólares, procedentes de los impuestos del pueblo, terminaron silenciando e invisibilizando un alto porcentaje de las críticas hacia el INDES.
Obvio, si la gestión hubiera sido integralmente buena, nos hubiera dejado como Campeones Centroamericanos y con un resto de atletas de alta competencia, pero nada que ver.
Y es que esos diez mil dólares mejor hubiesen sido destinados para una mejor y digna alimentación de los atletas residentes en la Villa Cari, quienes denunciaron, hace unos días, la existencia de un “menú estándar” que incluía casamiento, huevos picados, sopa de frijoles, café, pan francés -no tan blandito- y frescos. ¡Qué lipidia!
Pero el colmo es que el INDES prefirió pagarle a periodistas por hacer su trabajo, reactivando así la vieja época cuando en este país los periodistas daban lástima y tenían que hipotecar su conciencia y vender su alma al diablo, poniendo en vergüenza a sus medios y a la profesión.
Pero, además de estimular económicamente a un grupo de periodistas, la cuestionada gestión del INDES destinaba una considerable cantidad para la canasta básica que entregaba bimensualmente a sus cientos de empleados, mientras los atletas en general y sus federaciones pasaban grandes necesidades económicas.
Ojalá que por la dignificación del atleta se produzca una limpia y se termine con tantas malandrinadas. Moraleja: El periodista que agarra pisto se vuelve ‘sordomudo’ y traiciona al deporte.