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Brasilia/Prensa Latina
La prensa brasileña cuestiona la salida, este lunes, de la cárcel en España del exfutbolista Daniel Alves, a pesar del juicio, con 23 testimonios, que lo condenó a cuatro años y medio por violación.
El reputado periodista Cosme Rímoli describe en un extenso artículo, publicado en el portal R7, como Alves consiguió dejar la prisión, después de solo 14 meses preso, tras pagar un millón de euros, la cifra exigida como fianza.
Salió «con la cabeza en alto, al lado de su abogada defensora» y «fingía no escuchar los gritos de los periodistas», mientras era protegido por los Mossos D’Esquadra, la policía de Cataluña, refiere Rímoli.
Detalla que la legislación española sobre delitos sexuales es de esta manera, prevé pagos que disminuyen la pena o facilitan la libertad, mientras que los recursos son juicios.
En el caso del exjugador deberán llevar meses y la garantía que no escapará es la entrega de sus pasaportes (brasileño y español).
Según el comunicador, la prensa española reflejó este lunes las duras palabras del presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, sobre la liberación del exdeportista, quien cometió la violación en el club nocturno Sutton, en la noche del 30 de diciembre de 2022.
«Con el dinero que Daniel Alves tiene o alguien le pueda prestar, no puede comprar la ofensa que un hombre hace a una mujer practicando violación, cuando el sexo es una cosa hecha a dos y tiene que ser permitida y consentida por dos. Eso es un crimen», afirmó Lula recientemente.
Rímoli asegura que la mayor parte de la opinión pública española se opone a la liberación de Alves y el periódico La Vanguardia reveló el motivo que habría hecho al futbolista Neymar Jr. no pagar la fianza a su amigo íntimo: presión de los patrocinadores.
De acuerdo con el diario, el padre de Neymar Jr. supo que las empresas que vinculan imagen con su hijo no estaban de acuerdo con esta ayuda a una persona que la justicia española clasificó como violador.
El columnista alerta que, además de la indignación por la libertad, existe el temor concreto de que el exjugador pueda huir de España y venir, por ejemplo, a Brasil.
Podría repetirse el caso de otro exfutbolista, Robinho, quien fue arrestado la semana pasada por una condena que se le impuso por nueve años en Italia por violación colectiva.
Tal sospecha es real y Alves, quien entregó sus pasaportes a las autoridades, «viaje en coche a un país fronterizo con España, alquila un jet privado y venga a Brasil, huyendo».
La abogada de la víctima del exlateral protestó de forma vehemente contra su liberación.
«Es un escándalo. Estoy sorprendida e indignada… parece que la cárcel es para quien no tenga dinero. Mi cliente se siente violada de nuevo», apuntó Ester García.
Remarcó que la justicia en España es para los pobres.
