Prensa Latina
Jorge Glas estuvo como segundo al mando del Ejecutivo ecuatoriano durante parte del mandato de Rafael Correa y luego con Lenín Moreno, y ha enfrentado por varios años diversos juicios y apelaciones en sus intentos por salir en libertad.
El 13 de diciembre del 2017, el exvicepresidente fue sentenciado a seis años de prisión por asociación ilícita en el caso Odebrecht, y luego, el 7 de abril de 2020, lo condenaron por el delito de cohecho pasivo a ocho años de privación de libertad como parte del caso denominado Sobornos.
Fue así que pasó más de cinco años en prisión, pero incluso después de salir de la cárcel legalmente el 28 de noviembre de 2022 por la unificación de las dos penas, nunca cesó la persecución por parte de las autoridades y sus opositores.
En diciembre del 2023 su defensa insistió en la denominada prelibertad; sin embargo, los representantes del sistema penitenciario presentaron informes en los cuales afirmaban que no reunía los requisitos para acceder al beneficio y decidieron que debía regresar tras las rejas a cumplir el total de su pena única de ocho años de prisión.
A eso se suma que, a inicios de este año, la justicia ordenó la captura del exfuncionario por presunto peculado en el caso denominado Reconstrucción de Manabí, que investiga una supuesta malversación en obras públicas tras el terremoto de 2016.
Fue el juez Luis Rivera, por pedido de la fiscal general del Estado, Diana Salazar, quien dispuso a la Interpol su localización y captura, pues desde el 17 de diciembre de 2023 se encontraba en calidad de huésped en la embajada de México en Quito.
Si bien la opinión pública dentro de Ecuador está dividida, juristas consideran a Glas uno de los símbolos del “lawfare” en esta nación sudamericana, donde a partir de 2017, al finalizar el mandato de Correa, comenzó una persecución contra sus coidearios.
Por esa razón el gobierno de México le otorgó este viernes 5 de abril el asilo solicitado; sin embargo, la administración de Daniel Noboa le negó el salvoconducto e irrumpió en la sede diplomática mexicana por un “riesgo inminente de fuga”, según la cancillería.
La abogada Sonia Vera, parte de la defensa de Glas, denunció la falta de acceso a su defendido desde su retención en la embajada mexicana y expresó preocupación por su estado de salud.
A esta hora circulan imágenes de quien es uno de los líderes del movimiento Revolución Ciudadana dentro de la prisión de máxima seguridad La Roca, adonde llegó esposado y con dificultades para caminar, como se aprecia en videos difundidos en plataformas digitales.