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Gloria Silvia Orellana
@DiarioCoLatino
“Cada año, en estas fechas conmemoramos el martirio de nuestros hermanos jesuitas, de Elba y Celina, que fueron asesinados en el campus de la UCA, el 16 de noviembre de 1989”, manifestó el padre Andreu Oliva, en el Trigésimo Segundo Aniversario de la Masacre de los Jesuitas, en el contexto del conflicto armado a finales de la década de los años ochenta.
“Ese asesinato fue considerado por la iglesia como un martirio de estos hombres y mujeres que por llevar una vida de fidelidad al Evangelio, de entrega a la causa del Reino de Dios, denunciar las injusticias, defender a los pobres de nuestro país y promover la paz en El Salvador, fueron injustamente asesinados”, agregó el sacerdote.
El rector señaló que con la misa en Cripta de Catedral, en donde reposan los restos mortales del primer santo salvadoreño, Monseñor Oscar Arnulfo Romero, honraron y agradecieron la vida de estos mártires, como los próximos beatos Padre Rutilio Grande, Nelson Lemus, Manuel Solórzano y padre Cosme Spessotto.
“Queremos agradecer todo lo que ellos hicieron por amor a El Salvador, por amor a su pueblo tratando de que acabara el sufrimiento y el dolor en la familia salvadoreña y por eso, se empeñaron en buscar la paz y promover una sociedad con justicia y respeto a los derechos humanos, en donde los pobres fueran los privilegiados”, expresó.
En cuanto al proceso judicial sobre la Masacre de los Jesuitas, el padre Oliva explicó que “ha sido imposible obtener justicia”, ya que la impunidad protege a los autores intelectuales que organizaron y decidieron cometer ese asesinato.
“Ahí estaban los ministros y viceministros de Defensa, el Estado Mayor que es donde se tomó la decisión de cometer este asesinato. Aquí (en El Salvador) se nos ha negado la justicia, repetidamente y de manera violatoria a nuestras propias leyes. En España como sabemos la Audiencia Nacional Española promovió ese juicio, contra los autores intelectuales por ser cinco de ellos ciudadanos españoles,”.
“Lamentablemente, las autoridades de El Salvador negaron en dos ocasiones extraditar a las personas que eran consideradas como participantes en este crimen de Lesa Humanidad, y es así que solo el coronel (Inocente) Montano, fue extraditado desde los Estados Unidos y condenado a una pena de 30 años, que es la máxima por haber organizado y decidido los asesinatos de cinco jesuitas de origen español”, sostuvo.
Sobre la actitud de las nuevas autoridades de justicia en el país, el padre Oliva señaló que “no hay ningún interés” por la investigación del caso de los padres Jesuitas.
“No hay interés que haya justicia en el país y mucho menos, por los hechos criminales cometidos en la guerra civil y en los que estén involucrados militares. Lo hemos visto en el caso de la Masacre de El Mozote, en donde se ha protegido a los militares al evitar entregar los archivos de la Fuerza Armada sobre los operativos militares que se realizaron durante la guerra”, dijo.
“Y de la misma manera, aunque no ha habido una declaración explícita, ocurre con todos los crímenes de Lesa Humanidad que cometió la Fuerza Armada durante ese tiempo, por tanto, no ha habido ningún interés, en que el caso de la UCA, avance hacia la justicia“, manifestó.
