Lo que se suponía sería un juicio intenso no solo por el tiempo que los jueces habían estipulado, sino por el número de testigos de cargo y descargo que desfilarían, terminó en un arreglo entre los imputados y la Fiscalía General de la República.
Seguramente, cuando el juzgado dio a conocer que cerca de 500 testigos desfilarían ante el tribunal de sentencia, en el caso conocido como “destape a la corrupción”, a partir de este 7 de agosto hasta el 7 de octubre, aproximadamente, despertó cierto morbo jurídico y político por el tipo de testigos.
Sin embargo, tras una hora de retraso de la vista pública, ayer, los abogados del expresidente Elías Antonio Saca, el exsecretario privado Elmer Roberto Charlaix Urquilla, el exsecretario de la Juventud César Daniel Funes Durán y el exsecretario de Comunicaciones Julio Humberto Rank, anunciaron que los reos habían aceptado los delitos que la Fiscalía les había imputado, por lo que, de acuerdo con la ley y la negociación con la Fiscalía, les aplicarían la pena mínima para dichos delitos.
Se dijo que en el caso de César Funes y Julio Rank la pena sería de cinco años en prisión, mientras que para Saca y Charlaix la Fiscalía dijo que pedirá diez años.
Lo curioso es que la Fiscalía negoció los juicios abreviados solo con los ex altos funcionarios, no así contra los exempleados de Casa Presidencial Jorge Alberto Herrera Castellanos, Pablo Gómez y Francisco Rodríguez Arteaga, a quienes, por cierto, la Fiscalía los está procesando en el caso del expresidente Mauricio Funes. Esto no permite encajar en el tema de justicia.
La Fiscalía acusaba al expresidente Saca de desviar o usufructuar cerca de 301 millones de las arcas del Estado, no obstante, la Fiscalía dijo que solo se podrán recuperar entre 25 y 30 millones de dólares.
Es decir, si el expresidente Saca sacó del erario público 300 millones de dólares, como dice la Fiscalía, después de diez años, cuando salga de prisión, podrá disfrutar de 275 millones de dólares, de ser cierta la cantidad que dice la Fiscalía, lo que sería una buena negociación para el imputado Saca.
Existe la sospecha, también, que la negociación se dio para evitar que otros pesos pesados salgan salpicados en este histórico caso de corrupción en El Salvador.