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Caso Tregua es similar a un partido de fútbol sin árbitro

Fabio Colindres afirma que Funes y Payés conocían sobre el ingreso y las reuniones con las pandillas

Redacción Nacionales
@DiarioCoLatino

Fabio Colindres, obispo de la Diócesis de  San Miguel, fue uno de los testigos en el juicio del “Caso Tregua”, el cual se ventila en el Centro Judicial Isidro Menéndez y es en contra del expresidente de la República, Mauricio Funes y David Munguía Payés, exministro de la Defensa Nacional, acusados de negociar con las pandillas durante su gestión. En su declaración, el obispo Colindres manifiesta que Funes tuvo conocimientos de esa tregua, y que como mediadores ingresaban a los centros penales sin registros autorizados desde la Presidencia. Sin embargo, Funes asegura que Colindres mintió, ya que no era facultad del presidente autorizar el acceso a las cárceles.

Colindres relató que tuvo acceso a los centros penales sin algún tipo de registro con autorización del entonces presidente de la República, Mauricio Funes y del entonces ministro de Seguridad, David Mungía Payés. Tanto el expresidente Funes como Munguía Payés son procesados en el Tribunal Especializado de Sentencia “C” de San Salvador, ya que el Ministerio Público los acusa de presuntamente pactar con las estructuras criminales del país a cambio de reducir el número de homicidios.

La acusación de la FGR es interesante hasta cierto punto, ya que investigaciones periodísticas han señalado que el actual gobierno, comandado por Nayib Bukele ha hecho lo mismo, pactar con las pandillas para reducir el número de homicidios en el país; sin embargo, la FGR actual no da dado señales de una posible investigación contra el gobierno de Bukele, por el contrario, se mantiene en total hermetismo.

Volviendo al caso, Colindres afirmó que tanto Funes como Payés conocían sobre el ingreso y las reuniones en diferentes centros penitenciarios. Colindres y Raúl Mijango actuaron en calidad de mediadores con las pandillas. Debido al no registro, incluso entraron con celulares.

Estas declaraciones las brindó Colindres a la Fiscalía General de la República, es decir, Colindres sostuvo que el expresidente Funes si tenía conocimiento que entraba como mediador. Incluso, dijo que su ingreso era autorizado por “vía oficial”. Aseguró que nadie podía entrar al penal sin el permiso del presidente.

La tregua con las pandillas, según el obispo, se dio porque ambas estructuras (la Mara Salvatrucha y la Pandilla 18) acordaron hacer un diálogo entre sí para no agredirse más; sin embargo, para que eso se pudiese efectuar, los líderes pandilleriles pidieron “facilidades” para sostener ese acuerdo.
En su testificación, Fabio Colindres sostuvo que cuando era obispo castrense en esa época, le había manifestado su preocupación a David Munguía Payes ante el alza de homicidios en el país. En ese sentido, solicitó permiso para que pudiese hablar con los pandilleros y de alguna forma persuadir para que detuvieran los actos de violencia. En ese momento Payés era ministro de la Defensa Nacional y la propuesta no prosperó.

Sin embargo, cuando Payés fue nombrado ministro de Seguridad, le comentó que accedería a tal petición para que Colindres hiciera acciones pastorales dentro de los centros penales, en su misión sería acompañado por Raúl Mijango, ex comandante guerrillero del ERP-FMLN.

Colindres explicó que entre las solicitudes de los pandilleros dentro de los penales se encontraban la salida del penal de máxima seguridad, de Zacatecoluca, a otros penales (donde se encontraban las bases), uso de celulares para comunicarse con las bases en el territorio y el acceso a visitas íntimas y familiares. El obispo planteó que las reuniones que sostenían ambas pandillas habrían iniciado a finales de febrero e inicios de marzo de 2012. En su mayoría, las reuniones se conformaban entre 7 y 10 pandilleros.

Respecto a los trasladados, Colindres explicó que eran del penal Quezaltepeque, Zacatecoluca, Ciudad Barrios y Cojutepeque. El argumento que expresaban los pandilleros era porque necesitaban ir a las bases ya que sin ir a convencerlos no se podría sostener una tregua. Sobre el tema, Colindres dijo que otro motivo para los traslados era porque había una presunta amenaza de los pandilleros en libertad para boicotear las elecciones de marzo de ese año, por tal, el traslado ayudaría “para detener ese boicot”. Colindres acompañó en dos o tres traslados, a petición de los pandilleros, ya que tenían temor de ser asesinados.
En 2013, Colindres había solicitado ser retirado como mediador, ya que se dio cuenta de las aparentes violaciones a la Ley Penitenciaria, las cuales hicieron que el proceso fracasara, a esto sumándole que el caso se hizo público y estaba inmerso en la presión por parte de la población.

Testigo Franco

Otro de los testigos en el caso, propuesto por el ministerio público fue “Franco”, quien cuenta con régimen de protección. “Franco” aseguró que Mauricio Funes habría autorizado a Munguía Payés la entrega de $50 mil de la partida secreta para financiar la supuesta tregua con las pandillas.

“Franco” afirmó que como la tregua era ilícita el dinero destinado para ella también era ilícito. Según el relato, la orden fue vertida por Funes de manera verbal, ya que no le gustaba girar órdenes de manera escrita.

Por su parte, el abogado de Payés, Manuel Chacón, catalogó a “Franco” como “falaz”. “Hay una mentira gigantesca que lo pone en evidencia que no está diciendo la verdad (…) dice fueron dineros ilícitos, ¿por qué no está siendo procesado?”, cuestionó Chacón.

Versión de Funes

El expresidente salvadoreño, Mauricio Funes, reaccionó a través de sus redes sociales sobre las declaraciones de Colindres y de “Franco”. “No cabe duda de que el juicio que se lleva a cabo por el proceso de la tregua responde a una lógica conspirativa en la que los testigos han llegado a mentir y tergiversar los hechos. No es cierto que los ingresos a los penales sean autorizados por el presidente de la República”, dijo.

Según Funes, los ingresos a las cárceles son autorizados únicamente por los directores de cada penal con el aval y visto bueno del director general de Centros Penales. “Ni el ministro de Seguridad, ni el presidente de la República tuvimos que ver en esa decisión. Monseñor Colindres miente”, aseguró el ex mandatario exiliado en Nicaragua.

Funes insistió que la tregua entre pandillas se realizó a iniciativa de las pandillas rivales (MS-13 y Barrio 18) que enviaron el mensaje a través de Fabio Colindres de que “deseaban” pactar una reducción de crímenes entre ellas, dejar de asesinar a policías y soldados y de dejar de extorsionar a comerciantes y motoristas.

“Lo único que fue autorizado por el gobierno fue el traslado de algunos cabecillas a Penales donde pudieran llevar a cabo las reuniones con la presencia de los mediadores y en algunos casos con la observación de OEA (Organización de Estados Americanos). La autorización no fue dada por la Presidencia. No era necesario”, afirmó el exmandatario.

“La Ley Penitenciaria no otorga la competencia de autorización de los ingresos a los penales al presidente de la República. Si los mediadores o cualquier otra persona entraban sin registro eso no lo sé. Porque no era el presidente el que autorizaba los ingresos y traslados”, destacó el exfuncionario.

Funes sostuvo que tampoco es cierto que Fabio Colindres dejó la mediación por las ilegalidades que se estaban cometiendo. “Se retira del proceso porque la tregua fracasa luego que la Fiscalía de Luis Martínez, la Embajada de EEUU y el ministro de Seguridad, Ricardo Perdomo, la bloquean”.

“Como en otros procesos penales que enfrentó, hay un evidente propósito de la FGR y ahora de los Tribunales de Justicia de condenarme a como dé lugar, aunque para ello haya que comprar o amenazar y presionar a los testigos que presentan y que siguen la narrativa de la Fiscalía”, denunció Funes.

Sobre la supuesta autorización que el mandatario habría realizado para financiar la tregua, Funes sostuvo que “nunca” entregó dinero a Munguía Payés para ese fin. “Ni siquiera tuve conocimiento que habían infiltrado a las pandillas. Esa no era una función de CAPRES. Eso lo hacía la inteligencia policial y entiendo que para esas labores había presupuesto”.

Según Funes, las cuatro inteligencias: la del OIE (Estado), la de la PNC, la inteligencia militar y la de Centros Penales contaban con sus propios presupuestos aprobados por la Asamblea Legislativa. “No había por qué destinar recursos de gastos reservados para la inteligencia que pudo haberse necesitado en la tregua, dice Funes.

“Tampoco recibí información sobre la tregua por parte del OIE. Esa información me la proporcionaron los mediadores y el ministro de Seguridad de entonces. No es cierto que yo haya autorizado traslados de pandilleros como asegura el criteriado. No tenía facultad para hacerlo”, concluyó Funes.

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