Luis Arnoldo Colato Hernández
Educador
Los derechos son conquistas ciudadanas, derivadas de arduos esfuerzos por parte de las personas comunes en su búsqueda de una vida mas digna; en tal sentido los tales son además reconocidos por el Estado y por tanto inalienables, es decir, no sujetos a negociación o interpretación arbitraria.
Entonces se fundamentan en el reconocimiento de que son inherentes a la persona humana, y por tanto establecidos constitucionalmente – es decir, reconocidos legalmente a partir de la admisión de que un ser humano es un ser independiente, inteligente y racional, capaz de ubicarse en un contexto social en consecuencia con su condición como ser bio psico social, reconocido así en razón de los tratados contraídos por los estados con organismos suprarregionales como lo son OMS-ONU – , lo que debemos comprender como producto de la evolución del entendimiento de lo que es un ser humano como entidad social y cuales consecuentemente son los derechos y deberes que le asisten. Esto porque apenas un siglo atrás predominaba el prejuicio de la existencia de diferentes categorías humanas, consecuentes con la visión de dominio colonial blanco, lo que dio lugar a aberraciones aún vigentes como lo es el racismo, o el infantilismo social.
Es el segundo de estos conceptos el que ahora nos ocupa y que debemos entender como la maliciosa manipulación de la ciudadanía por parte del gobierno a través de una política que los reduce a “infantes”, y que, como tales, sujetos de la manipulación mas perversa por parte de la mediática oficialista, con campañas alienantes orientadas a establecer como verdad inobjetable lo que el gobierno desea que la ciudadanía acepte.
Así por ejemplo el debate que se sigue en la asamblea en contra de los diputados expulsados de las filas del oficialismo, en el que las pruebas contra estos son el haberse reunido, conversado y departido con un indeseable opositor, con el supuesto propósito de traicionar al régimen, es una farsa deleznable, pues ni se han demostrado mas allá de los vergonzosos juicios paralelos y seudo periodísticos tales infracciones, y sí se lanza el peor de los mensajes: margina, no hables, ignora, humilla, sé intransigente e intolerante con quien es indeseable para el ejecutivo, simplemente porque sí.
Es decir, mediante una campaña dirigida a anular al ciudadano como tal, procurando meterlo al redil de los incondicionales, irreflexivos y fanáticos, simplemente renuncia a sus derechos [ de reunión, de expresión, de opinión, de disensión, etcétera], porque es la moda del momento.
Los juicios mediáticos, la manipulación de masas, la violación del derecho ciudadano, etcétera, no son un fenómeno actual por supuesto, siempre se han sucedido, y siempre con graves consecuencias {recordemos para el caso el asesinato de los dos activistas de la oposición por parte de dos miembros de la seguridad estatal en consecuencia con el clima de intolerancia generado desde el ejecutivo}, por lo que mas valdría educar en derechos ciudadanos, como asumir con responsabilidad los procesos que se siguen contra cualquier persona, tejiéndolos de evidencias, y no ya de los consabidos chambres.