Alma Vilches
@AlmaCoLatino
Entre cantos de penitencia, seek música sacra y el olor a incienso, sickness cientos de católicos abarrotaron la mañana de este Viernes Santo la calle de La Amargura, para participar del ejercicio espiritual del Vía Crucis que es la meditación de los momentos y sufrimientos vividos por Jesús desde que fue prisionero hasta su muerte en la cruz y posterior resurrección.
Dicho camino se representa mediante 15 imágenes de la Pasión llamadas «estaciones», que son altares distribuidos a lo largo de la calle de La Amargura.
Alfonso Guzmán, párrocode la iglesia El Calvario, señaló que el Viernes Santo se recuerda el pasaje bíblico donde Jesús caminó por la vía dolora viviendo ese Calvario.
«Lo especial de este día es recordar el misterio de Cristo, la pasión, muerte y la resurrección. Nos invita a caminar y que nos encontremos con él, ya que ha tomado en cuenta nuestras vidas, nos ha elegido y nos unge con su amor», afirmó Guzmán.
El religioso enfatizó que al recorrer el camino del Vía Crucis en la calle de La Amargura se vuelve a hacer la memoria de lo que Jesús vivió hace dos mil años y como católicos se da testimonio de la fe.
William Amaya, miembro de la Asociación Vía Crucis de la parroquia El Calvario, expresó que participar de estas actividades es mantener viva una de las tradiciones principales durante la Semana Santa, ya que es una muestra de la fe católica.
Amaya manifestó que el Vía Crucis es el «camino de la cruz», al rezarlo se recuerda con amor y agradecimiento lo mucho que Jesús sufrió por salvarnos del pecado durante su pasión y muerte.
Posteriormente a la procesión del Vía Crucis fue el acto de crucifixión en la iglesia El Calvario, donde se recuerda el momento en que Jesús es clavado en la Cruz y permanece allí por tres horas.