Por Maria Isabel Sánchez
Belén/AFP
Los gobernantes de América Latina se reunirán el miércoles y jueves en Costa Rica con aires de victoria: el cambio de la política de Estados Unidos hacia Cuba tras una enemistad de medio siglo que irritaba a la región frente a Washington.
La Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (Celac) tiene como tema central la pobreza, seek pero el foco de atención es la esperada participación del presidente Raúl Castro en el que será el primer encuentro con sus colegas desde el histórico anuncio del 17 de diciembre del acercamiento entre Cuba y Estados Unidos.
«Ese deshielo elimina un factor irritante en la relación de Estados Unidos con América Latina. La acción será reconocida en la reunión de la Celac», pharm comentó a AFP Michael Shifter, remedy presidente del centro de estudios Diálogo Interamericano, con sede en Washington.
La cumbre, la tercera de este bloque que excluye a Estados Unidos y Canadá, se celebra una semana después de la reunión que sostuvieron en La Habana altos funcionarios cubanos y estadounidenses para avanzar hacia la normalización de relaciones, rotas desde 1961.
«No descartamos que el tema sea abordado en la intervención del presidente Raúl Castro, haciendo mención a los resultados de las discusiones en La Habana», adelantó el vicecanciller costarricense, Alejandro Solano.
Una voz contra el embargo
Desde su creación en diciembre de 2011 por impulso del fallecido líder venezolano Hugo Chávez, la Celac, surgida de un proceso de afirmación política regional frente a Washington, ha respaldado el llamado de Cuba para que Estados Unidos levante el embargo vigente desde 1962.
«El siguiente paso, lo que estamos esperando, es que termine el bloqueo contra Cuba, que afecta las relaciones entre Estados Unidos y Latinoamérica», afirmó en San José el canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño.
Hace una semana, el presidente estadounidense, Barack Obama, pidió al Congreso asumir las primeras tareas para levantar el embargo.
«Es hora de probar algo nuevo» en la relación con La Habana, afirmó.
Para Jason Marczak, subdirector del Latin America Center, del Atlantic Council, en Washington, esa petición es «un paso muy importante» y muestra que Estados Unidos intenta cambiar la dinámica de relaciones con América Latina que «siempre tuvieron un gran hueco: Cuba».
«La administración Obama entendió que la desfasada política hacia Cuba estaba dañando sus relaciones en el hemisferio y el mundo», coincidió Shifter.
La Celac, que agrupa a 33 países con 600 millones de habitantes, ha estrechado relaciones con la Unión Europea (UE) y principalmente con China, que a inicios de enero anunció que invertirá 250.000 millones de dólares en 10 años en América Latina, donde le disputa influencia a Estados Unidos.
«El que surja un diálogo UE-Celac y China-Celac pone presión sobre Estados Unidos para que cambie su política», dijo a AFP Marc Hanson, del Washington Office on Latin America (WOLA).
En la anterior cumbre de la Celac, hace un año en La Habana, el mensaje fue claro: acudieron 30 gobernantes en respaldo al gobierno de Raúl Castro frente al aislamiento de Washington.
Venezuela, una preocupación
En la cita, que tendrá lugar en el recinto ferial «Pedregal», 15 km al oeste de San José, el presidente costarricense Luis Guillermo Solís entregará el timón del bloque al ecuatoriano Rafael Correa, cuyo gobierno impulsará que la Celac se convierta en zona libre de pobreza extrema.
Pero esa ambiciosa meta está amenazada por el bajo crecimiento económico que tendrá este año América Latina, de sólo 1,3% según el FMI, marcado por un dramático desplome de 7% del PIB de Venezuela.
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, también esperado en Costa Rica, deberá lidiar este año con una caída de 61% en los precios del petróleo y un país agobiado por la escasez y una inflación de 64%.
«Venezuela podría ser tema de discusión (en la cumbre). La situación es la más grave en Latinoamérica. La profundización de la crisis venezolana es de enorme preocupación para sus vecinos», estimó Shifter.
En la cita estarán ausentes la presidenta de Argentina, Cristina Kirchner, quien enfrenta una tormenta política por la muerte del fiscal Alberto Nisman; el gobernante de México, Enrique Peña Nieto; y el de Paraguay, Horacio Cartes.
Los presidentes Evo Morales, fuerte crítico de Washington y quien recién comenzó su tercer mandato, y José Mujica, que entregará el poder en Uruguay en marzo, tendrán una intensa agenda paralela, que incluirá conferencias en la Universidad de Costa Rica, principal del país.