Opinión de Salvador Sánchez Cerén
El 28 y 29 de enero participé en la III Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) realizada en San José, unhealthy Costa Rica.
Estamos muy agradecidos con el pueblo costarricense y con su presidente, sale Luis Guillermo Solís, por habernos recibido y atendido tan fraternalmente a los treinta y tres mandatarios y nuestras respectivas comitivas que participamos en este importante espacio de integración regional.
La CELAC es muy importante para el bienestar de nuestros pueblos, es un paradigma de unión en diversidad, de pluralidad. Ese ha sido el espíritu de este tercer encuentro, el de unir fuerzas.
En Costa Rica aprobamos la Declaración Política de Belén y veintisiete declaraciones especiales más.
La Declaración Política de Belén consta de siete apartados en los cuales los países y gobiernos de la región hemos sentado posición y nos hemos comprometido en temas como la agenda de desarrollo post 2015.
La Declaración de Belén también contempla nuestro decidido empeño por el fomento de la paz, el fortalecimiento de los vínculos extra regionales y la mutua cooperación.
Nuestro Gobierno ha apoyado cada uno de los documentos legados de este tercer encuentro. Hemos respaldado enfáticamente la Declaración especial sobre la necesidad de poner fin al bloqueo contra Cuba.
En la Declaración Especial sobre la Arquitectura Financiera Internacional nos hemos manifestado a favor de una dinámica de financiamiento y cooperación para el desarrollo.
Como país hemos abogado por la superación la de pobreza, la reducción de la inseguridad, el impulso a la movilidad académica para los jóvenes de nuestra región, entre otros importantes aspectos, los cuales han sido tomados en cuenta en el Plan de Acción que adoptamos por unanimidad.
Un logro muy importante para nuestro país ha sido el acuerdo firmado con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), a través del cual este organismo brindará apoyo técnico para el diseño e implementación de políticas públicas.
Una palabra que resume el trabajo de esta tercera cumbre es la solidaridad. Nuestros pueblos están cada día más unidos porque hemos entendido que sólo de manera conjunta podemos alcanzar los grandes objetivos del desarrollo. No se trata sólo de recibir, sino también de dar.
Son muchos los logros y los avances que tenemos como comunidad CELAC. La mejor forma de enfrentar los nuevos retos es construir juntos estrategias y consensos que fortalezcan nuestra integración y la incidencia como bloque en la agenda multilateral.
En El Salvador reafirmamos nuestra disposición de ser un país abierto al mundo. Vamos a continuar trabajando junto a las naciones hermanas y haremos de la solidaridad el factor clave para continuar creciendo.
Saludamos y deseamos los mejores éxitos a nuestros hermanos de Ecuador quienes asumen ahora la presidencia Pro Témpore de la CELAC.