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Iván Escobar
Colaborador
La población de Alegría, en el departamento de Usulután, celebró recientemente, la 9ª. Edición del Festival del Maíz, la cual es organizada por la Parroquia de San Pedro Apóstol, de esta localidad al oriente del país.
El pequeño poblado ubicado a 122 kilómetros de San Salvador, y a 1,250 metros sobre el nivel del mar, ofrece al turista una bonita opción para disfrutar en familia, por ello sus pobladores en el mes de agosto y aprovechando la cosecha de elotes, celebran el festival que pone a disposición diversos platillos típicos, artesanías, expresiones artísticas a partir del maíz, base fundamental de la alimentación en El Salvador.
Cabe recordar que el maíz es un alimento base de las comunidades ancestrales, a partir de este las poblaciones a lo largo de los tiempos han desarrollado comidas típicas a partir de recetas propias de cada lugar. En Alegría, sus pobladores ofrecieron elotes locos, tamales de elote locos, riguas, pupusas, atol y chicha de elote, y una amplia variedad de platillos que el pasado domingo disfrutaron a lo grande los visitantes así como originarios de estas tierras.
Alegría es una pequeña población ubicada en la parte alta del departamento de Usulután, por lo cual cuenta con una variedad de frutas, café y cosechas de maíz.
Manrríque Palacios, coordinador cultural de la jornada, destacó la importancia de esta nueva edición del festival del maíz, que con entusiasmo se prepara con antelación para recibir a los turistas tanto locales como extranjeros, y ofrecer una amplia variedad para compartir y disfrutar. “El objetivo del festival es compartir, sentirnos más hermanos con nuestro pueblo, con nuestros turistas”, destacó.
La actividad cultural y artística del festival se llevó a cabo en la entrada principal del templo de San Pedro Apostol, el cual data del año 1792, considerado patrimonio nacional. Artistas locales e invitados participaron a lo largo del día, mientras los visitantes compartían los diversos platillos típicos, propios del maíz.
Flor de María Orantes, quien llegó desde San Salvador, se mostró entusiasmada durante la jornada, y aprovechó para invitar a quien aún no conoce esta localidad que lo hagan, “y el otro año que no se pierdan su festival de maíz, y visiten este bonito poblado, con un ambiente muy ameno”, resaltó.
Una casa de más de un siglo
La “Casa de Don Humberto y Doña Tina” es una antigua vivienda que data de hace más de 150 años, propia de esta localidad, que vio nacer al escritor Alberto Masferrer, cuando este poblado tenía por nombre Tecapa, que en nahuat se traduce a “Laguna de piedras”. Pasó a llamarse Alegría, en memoria del presbítero más querido por sus pobladores José Miguel Alegría, en el año 1891.
La antigua casa que de acuerdo a un familiar de los actuales propietarios perteneció a familias como los Kriet, y otros, sus últimos inquilinos fueron don Humberto y Doña Tina, ahora funciona como un espacio para talleres de formación y reuniones, es arrendada una parte a la municipalidad.
La vivienda es propia de tiempos de la colonia, corredores amplios, techo de teja con patio central y jardines internos. La vivienda, comentó don Alberto Domínguez, se trata de resguardar porque representa el tipo de viviendas del pueblo en sus inicios. Ahora, los turistas son atraídos por la antigua casa ubicada a un costado del templo.
Otro de los atractivos del municipio es la Laguna de Alegría, formada en el cráter del volcán Tecapa, y es uno de los grandes atractivos turísticos, como el mirador de las 100 gradas que está en el casco del pueblo.
Alegría agradeció la cosecha de maíz de este año, con gran celebración y compartiendo con los visitantes.
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