Gloria Silvia Orellana
@DiarioCoLatino
La tradicional canción de las mañanitas sonó en la Cripta de Catedral Metropolitana, en donde se encuentra el sepulcro de San Oscar Romero, y quien este quince de agosto se conmemora el 107 aniversario de nacimiento. Monseñor Romero nació , en Ciudad Barrios, departamento de San Miguel, el 15 de agosto de 1917.
La Comunidad San Romero de la Cripta de Catedral Metropolitana, tiene 25 años de fundación. Fue el 23 de mayo de 1999, cuando iniciaron con las misas, en donde pedían beatificar y canonizar a Monseñor Romero. Que lo reconociera la iglesia porque el pueblo ya lo había reconocido como un santo, recordó Engracia Chavarría, de la Comunidad San Romero. “Ha sido un cuarto de siglo acompañando el legado de Monseñor Romero, su pensamiento profético, sus memorias, su forma de ver la vida y atender a la gente pobre. Esto nos inspiró para estar en este proceso y sabiendo que él era un santo, nos dimos enteras para lograr este proceso”, añadió.
San Oscar Romero fue ordenado sacerdote en 1942, en la ciudad de Roma, Italia en 1942. Y en 1943 regresó a El Salvador, y su trabajo fue impulsar movimientos apostólicos y obras sociales. Fue nombrado Obispo el 21 de junio de 1970.
En 1975 Monseñor Romero comienza a defender los derechos de las víctimas de la dictadura tras conocer el asesinato de 5 campesinos, y acercarse a sus familiares para brindarles consuelo.
Fue nombrado Arzobispo de San Salvador el 3 de febrero de 1977 , en donde inició su trabajo por la reconciliación y la paz en el país, hasta el día de su magnicidio el 24 de marzo de 1980, en la capilla del Hospitalito la Divina Providencia.
“Yo creo que el pensamiento y enseñanzas de Monseñor Romero siguen vigentes y muchos que lo rechazaban o rechazan es precisamente por eso, porque él habló de la injusticia social y el pecado, a través del Evangelio y las sagradas escrituras. Y por eso muchos decían que no debería canonizarlo”, explicó.
“Otros, nos decían que no habláramos de él en público porque no lo iban a canonizar. Claro, era una forma de mantener en silencio el legado de Monseñor Romero, pero la verdad -no pudieron lograrlo-. Y seguimos hablando de su palabra profética y legado a la paz”, indicó Chavarría.
Sobre la fecha en que se celebra su natalicio, el 15 de agosto, Engracia Chavarría, afirmó que para Monseñor Romero esto significó un privilegio porque es también el Día de la Asunción de la Virgen María a los cielos.
“Esperamos que él también haya tenido esa asunción, ante el Padre, porque la ascensión fue la de Jesús, entonces, estamos ahora, celebrando su 107 aniversario y agradecemos a Dios habernos dado este profeta, pastor, mártir y santo” , reafirmó Chavarría.
Monseñor Romero, un guía espiritual para el pueblo salvadoreño
Madre Sofía Hernández, representante de CODEFAM, organización que junto a COMADRES aglutina a madres, abuelas y familiares de los desaparecidos forzadamente o capturados del pasado conflicto armado (1980-1992), en el país, manifestó: “Yo vivía en el cantón San Pedro Agua Caliente , jurisdicción de Verapaz, departamento de San Vicente, y recuerdo bien que el 23 de marzo de 1980, un día antes de su asesinato, en mi cantón llegó la Guardia Nacional (extinta), a a sacarnos a todos los catequistas”, recordó.
“Y salimos huyendo, habían matado a 4 personas entre ellos un catequista, mataron al esposo de mi hermana e hirieron a mi sobrino y otras personas. En una pared escribieron que teníamos que irnos porque si volvíamos nos iban a matar y desde ese día salí de mi cantón y no he vuelto hasta la fecha, lo perdimos todo”, reseñó Hernández.
Sobre Monseñor y su intervención con la población, Hernández, recordó que cuando la toda la violencia por parte de las autoridades del Estado, comenzaron a ser evidentes como las desapariciones forzadas, las capturas y posteriores asesinatos. Y dentro de toda esa violencia un grupo de madres se dedicaba a buscar a sus hijos o hijas. Monseñor Romero, las atendió en sus denuncias sobre las violaciones a derechos humanos.
“Monseñor Romero, cuando comenzó a ver como las madres andaban de un lado a otro buscando a sus hijos e hijas les dijo que se unieran y como madres juntas todas enfocaran sus esfuerzos para exigir a las autoridades el paradero de sus familiares y que les devolvieran a sus hijos e hijas”, afirmó.
“Conocía a Monseñor Romero, cuando mataron al padre Napoleón Macías, yo era catequista, llegó a dar el pésame a la mamá del padre Macías, fue el 4 de agosto de 1979, todo el pueblo estaba en el parque de Santa Esteban Catarina, él era nuestro pastor y el padre David Rodríguez”, recordó Hernández.
En cuanto a su legado profético, Madre Sofía lo reconoce como el primer “defensor de derechos humanos”. En esa década del conflicto armado “fue tan importante su prédica porque siempre abogó por los más vulnerables, los pobres, los más afectados y desde su palabras de enseñanzas, reconocimos que era preferible morir con Dios, que estar sirviendo al diablo haciéndole daño a otras personas inocentes, fue un gran consuelo para nosotros los pobres”, puntualizó Hernández.
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