Intenacionales/CEPAL
Autoridades de gobierno, funcionarios internacionales y representantes de la sociedad civil repasaron en La Habana, Cuba, las políticas a favor de la igualdad de género y los derechos de las mujeres implementadas en los últimos 40 años en los países de América Latina y el Caribe -las cuales configuran la Agenda Regional de Género- y debatieron sobre los principales desafíos pendientes.
El evento fue inaugurado en el Hotel Nacional de Cuba la Quincuagésima Sexta Reunión de la Mesa Directiva de la Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe, organizada por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y el Gobierno de Cuba, a través de la Federación de Mujeres Cubanas.
Encabezaron la ceremonia Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Primer Vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros de Cuba; Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la CEPAL; Mariella Mazzotti, Directora del Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES) de Uruguay, en su calidad de Presidenta de la Mesa Directiva de la Conferencia Regional sobre la Mujer; y Teresa Amaralle, Miembro del Consejo de Estado y Secretaria General de la Federación de Mujeres Cubanas.
Miguel Díaz-Canel Bermúdez extendió la bienvenida a las y los presentes, destacando la vasta trayectoria de compromiso del Gobierno de Cuba con la igualdad de género, el protagonismo central que ha jugado en el proyecto político de la revolución cubana y los cimientos firmes con los que esta ha contribuido al desarrollo del país y a la cultura de ampliación de derechos.
A su vez, Alicia Bárcena señaló que “hace 40 años, aquí en La Habana, iniciamos un capítulo crucial de nuestra historia. En junio de 1977 esta tierra acogió la Primera Conferencia Regional sobre la Integración de la Mujer en el Desarrollo Económico y Social de América Latina, un punto de inflexión en el trabajo por los derechos de las mujeres y la igualdad de género bajo el liderazgo de Vilma Espín”.
La Secretaria Ejecutiva inició su intervención manifestando la solidaridad de la CEPAL con el Gobierno y el pueblo cubano por los devastadores efectos provocados por el reciente paso del huracán Irma sobre la isla.
Por su parte, Mariella Mazzotti destacó que “el proceso colectivo que significa la Conferencia Regional sobre la Mujer permitió aprobar la Estrategia de Montevideo y transformarla en instrumento político-técnico que reconoce las brechas estructurales de la desigualdad”.
Bárcena describió la Conferencia -que en 2000 pasó a llamarse Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe- “como un punto de encuentro, de diálogo y de concertación de distintos actores”, caracterizado por la “continuidad” y la “innovación”. Se ha mantenido constante la preocupación por la igualdad de género y los derechos de las mujeres en los procesos de desarrollo, dijo, pero se ha innovado en el abordaje de las injusticias de género, dando forma a las tres autonomías de las mujeres: económica, física y en la toma decisiones.
En estos 40 años, la Conferencia Regional se transformó, por ejemplo, en un espacio para el desarrollo conceptual del feminicidio o femicidio (el cual ha sido incluido en leyes o reformas a los códigos penales de al menos 16 países de la región), así como para el establecimiento del derecho al cuidado de las personas dependientes bajo el paradigma de la corresponsabilidad, sostuvo.
No obstante, “hoy, en pleno siglo XXI, la pobreza en nuestro continente aún tiene rostro de mujer, ya que por cada 100 hombres en esa condición hay 118 mujeres que no logran traspasar la línea de las privaciones”, dijo.
Además, un tercio de las mujeres latinoamericanas (29%) no logra generar ingresos y son económicamente dependientes y cerca de la mitad no tiene vínculo con el mercado laboral. A esto se suman retos en materia de brecha salarial, violencia contra las mujeres y respeto por los derechos sexuales y reproductivos, entre otros.
“Cuando hablamos de no dejar a nadie atrás, seamos claros. Los postergados de hoy se asemejan a una mujer joven, con baja escolaridad, rural, probablemente indígena o afrodescendiente e impedida de ejercer sus derechos sexuales y reproductivos”, describió.
Durante el encuentro se destacó especialmente la Estrategia de Montevideo para la Implementación de la Agenda Regional de Género en el Marco del Desarrollo Sostenible hacia 2030, aprobada en la XIII Conferencia realizada en 2016, como la hoja de ruta para avanzar hacia la igualdad, la sostenibilidad y la plena garantía de derechos. “La Estrategia es una herramienta para planificar en escenarios complejos e inciertos, superando los obstáculos que limitan el alcance de las políticas públicas”, sintetizó Bárcena.
En la reunión, que finaliza el viernes y a la que asisten ministras y altas autoridades de los mecanismos para el adelanto de las mujeres, se realizó un homenaje a Vilma Espín, primera Presidenta de la Federación de Mujeres Cubanas y Presidenta de la Primera Conferencia Regional.