Buenos Aires / AFP
El candidato Alberto Fernández y su compañera de fórmula Cristina Kirchner, los favoritos para las presidenciales de octubre en Argentina, reclamaron el martes la libertad del exmandatario de Brasil Luiz Inacio Lula da Silva, al firmar una declaración junto a centenares de personalidades.
Bajo la consigna «500 días de injusticia» y con el hashtag #LULALIVREJÁ, decenas de dirigentes de derechos humanos, gobernadores, legisladores, dirigentes sociales, sindicalistas, artistas y científicos argentinos firmaron el pedido de liberación publicado en el diario Página/12.
Suscribieron el reclamo el premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel; la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela Carlotto; la Madre de Plaza de Mayo Taty Almeida y la dirigente de Familiares de Desaparecidos (en la dictadura 1976-1983) Lita Boitano.
«Es un clamor muy importante por la libertad frente a una injusticia, como es la detención y condena de Lula da Silva, que implica que Brasil siga estando en un estado de excepción», señaló Nicolás Trotta, rector de la Universidad Metropolitana del Trabajo e impulsor de la iniciativa.
El Frente Brasil Popular (FBP) de Paraná, pidió a través de un comunicado que los comités de esa ciudad y de la región que realicen acciones, entreguen panfletos,pancartas y dialoguen con la población para denunciar los 500 días de la prisión política del ex mandatario.La nota del Frente aclara que ‘este día (20 de agosto)» no es de celebración, sino de resistencia y denuncia».
Según informaron, «las organizaciones que conforman el FBP (partidos, movimientos populares y sindicales) y todas las demás que se unen a la lucha por la libertad del exsindicalista son invitadas al acto político en la Vigilia Lula Libre, el corazón de la resistencia, para ‘reafirmar nuestro compromiso y apoyo a Lula, donde quiera que él estuviera y con la democracia».
El comunicado agrega que 500 días es un número que duele y ofende y por eso es preciso exigir resistencia. Lula da Silva permanece arrestado desde el pasado 7 de abril de 2018 en la cárcel de Curitiba, desdes entonces cumple una condena de 12 años por supuestos delitos vinculados a lavado de dinero y corrupción pasiva.
El martes la presidenta del Partido de Trabajadores (PT), Gleisi Hoffmann; el presidente del Partido Socialismo y Libertad (PSOL), Juliano Medeiros; del Partido Comunista de Brasil (PCdoB), Luciana Santos; el director del Movimiento Sin Tierra (MST) João Paulo Rodrigues y el presidente del Instituto Lula, Paulo Okamoto instaron a la Corte Suprema Federal a reparar el abuso y la infamia contra Lula en un artículo publicado en el diario Folha de São Paulo.
«Las condenas contra Lula son aberraciones legales, basadas en denuncias frívolas y acusaciones negociadas con los acusados que han alterado repetidamente los testimonios, inclinándose bajo la presión de los fiscales y ansiosos por recuperar tanto su libertad como sus bienes», acotó el artículo.
El mes pasado, Fernández visitó al expresidente Lula (2003-2010) en la cárcel de Curitiba, en el sur de Brasil, donde purga una pena de casi nueve años por corrupción y lavado de dinero.
Lula se declara inocente y denuncia una conspiración político-judicial para evitar su vuelta al poder.
En las primarias del 11 de agosto, Fernández, del peronismo de centro-izquierda se posicionó como favorito para las presidenciales de octubre, con 47% de los votos, frente al presidente liberal Mauricio Macri (32%).
Tras el revés electoral de su aliado Macri, el presidente de Brasil Jair Bolsonaro dijo que el eventual retorno del kirchnerismo al poder en Argentina podría provocar una oleada de refugiados en Brasil, similar a la que enfrenta en su frontera con Venezuela.
Poco después, Fernández trató de «misógino, racista y violento» al mandatario de Brasil y le reclamó que «libere» a Lula, quien mantuvo muy buena relación con los expresidentes argentinos, Néstor y Cristina Kirchner (2003-2015).