SAN JOSE/Xinhua
Los países centroamericanos reactivaron la máxima alerta luego de que el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos anunció este lunes que Iota se convirtió en huracán de categoría 5, la más alta en la escala Saffir-Simpson, y se dirige nuevamente a las costas del Caribe de Nicaragua y Honduras.
En Nicaragua, el director del Sistema Nacional de Prevención, Mitigación y Atención de Desastres, Guillermo González, anunció que se esperan fuertes lluvias que provocarían inundaciones y deslaves en la región del Caribe Norte del país y en Chinandega, sitios a los que ya se están enviando caravanas con suministros. “Las poblaciones que están en riesgo por municipios, tenemos claros que unas 80.000 familias van a estar en riesgo de este fenómeno, en 629 puntos críticos de inundaciones y 424 de deslizamientos de un total de 1.485.000 personas expuestas; en el territorio se cuenta con 1.299 albergues que se preparan si son necesarios dependiendo del progreso del evento”, dijo González.
En tanto, Honduras volvió a encender su alerta roja luego de que la Comisión Permanente de Contingencias conoció de la variación en la trayectoria del huracán, que afectaría nuevamente a departamentos del oriente del país, donde la tormenta Eta dejó al menos 70 muertos y decenas de afectados en los departamentos de Atlántida, Colón y Gracias a Dios.
Por su parte, el Salvador declaró este lunes “alerta roja” en todo su territorio tras conocer la noticia sobre el aumento de categoría de Iota, anunció el ministro de Gobernación y Desarrollo Territorial, Mario Durán.
La Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres de Guatemala dio cuenta del aumento de Iota a categoría 5 y alertó en su último boletín sobre el incremento en las lluvias suministrado por el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología. Según el reporte, se espera que en las próximas horas se incrementen las precipitaciones en los departamentos de Petén, Izabal, Alta Verapaz, Baja Verapaz, Zacapa, Chiquimula, Jalapa, norte de Huehuetenango, Quiché, Escuintla, Santa Rosa y Guatemala, donde también dejó su huella destructiva la tormenta Eta con más de 150 muertes.