Gloria Silvia Orellana
Enviada Especial
En la Ciudad de San José, Costa Rica se realiza el XV Encuentro “Tejiendo Raíces para la Resiliencia” Centroamérica Vulnerable ¡Unida por la Vida!, en la que se abordan temáticas regionales como la Gestión Social de Riesgos, Crisis Hídrica y Alimentaria y el análisis del contexto regionales, que son puntos clave en Justicia Climática.
La actividad regional dio inicio con el “Tendedero”, una iniciativa que coordinan el XV Encuentro “Tejiendo Raíces para la Resiliencia”, cuyos ejes temáticas son Justicia Climática y Ambiental, Democracia y Derechos de las Organizaciones de la Sociedad Civil, Tierra y Territorio, Feminicidio y Violencia contra la Defensoras, Movilidad y Desplazamiento Climático y Justicia Hídrica y Alimentaria. “Este esfuerzo colectivo, hoy es más crucial que nunca, ya que las decisiones que tomemos determinarán la sostenibilidad ambiental y la justicia social para las futuras generaciones en Centroamérica y el Caribe”, dijo Jeffery López, director de DITSÖ.
“Hablo en nombre del Comité Político del Foro Centroamérica Vulnerable Unida por la Vida y del Consorcio por la Sustentabilidad del Desarrollo en Centroamérica, hablo desde un nosotres inclusivo, respetuoso y solidario”, agregó López,
López agradeció los esfuerzos individuales y colectivos de las organizaciones de la sociedad civil que asistieron al Foro Tejiendo Raíces para la Resiliencia, que era un hito en la lucha por la justicia y democracia en la región centroamericana y el Caribe.
“También agradecemos a las instituciones de cooperación como Pan para el Mundo, Fundación Heinrich Böll, Oxfam, ASDI, Iniciativa Cristiana Romero, y al Fondo Centroamericano de Mujeres, que con sus aportes solidario suman de manera decidida a este proceso de transformación social, ecológica, feminista y comunitaria”, añadió.
En cuanto al trabajo de análisis y debate, López agregó que este será un “punto de inflexión” en sus actividades y, a partir de una discusión crítica y abierta de las realidades que compartan, de las cuales se tomen decisiones estratégicas como organizaciones y movimientos de la sociedad civil centroamericana y del Caribe.
López reconoció que existen particularidades y diferencias en relación con el desarrollo económico, la democracia, las libertades individuales y la situación de los Derechos Humanos, entre cada uno los países que integramos la región.
“Y el enfoque que propondremos siempre es pensarnos como región, como sociedades hermanas que se entrelazan en la identidad, en la historia, en la economía y en sus dinámicas ecológicas, y que hoy nos demandan una acción decidida desde la sociedad civil”, afirmó López.
La trascendencia de estas organizaciones en la defensa de los derechos sociales, económicos, ambientales y culturales, se vislumbra ante las múltiples crisis que vive esta región y el Caribe, con un enforque de “construcción de sociedades justas, inclusivas y sustentables”, a fin de apostar a la “esperanza”, planteó.
“Frente a la creciente problemática ambiental y social en la región, el Foro Centroamérica Vulnerable, Unida por la Vida, se mantiene como un pilar fundamental de intercambio, coordinación e incidencia política, que involucra organizaciones defensoras de derechos humanos, de jóvenes, de mujeres ecofeministas, de indígenas en la Centroamérica morazánica y recientemente con la incorporación de la República Dominicana”, añadió.
“Esto conforma la amplia colaboración y refleja un esfuerzo colaborativo para abordar de manera integral los desafíos más apremiantes que enfrentan nuestras sociedades, en materia de crisis ambiental y climática, de Derechos Humanos y de alternativas al desarrollo”, reiteró López.
Trabajar en “crear los diálogos” entre comunidades y academia
Pascal Oliver GIrot , director de la Escuela de Geografía de la Universidad de Costa Rica, manifestó la importancia de “crear diálogos y sumar saberes ancestrales”, para incorporarlos a las prácticas de gestión de los recursos naturales y adaptación al cambio del clima en una gestión comunitaria del riesgo.
“Muchas de las conquistas que hemos visto en materia ambiental y en materia de garantías ambientales y sociales están siendo erosionadas a diario en la región. Y estos espacios sirven para defender derechos inalienables al agua, a un clima benigno y medios de vida sustentable”, opinó.
Estos derechos están siendo atacados en todos los países de América Central en estos momentos, hoy más que nuncse necesitan espacios para compartir experiencias comunitarias de gestión del agua, de los bosques, de los recursos marino-costeros, agregó Girot.
Girot agregó que se necesita “estrechar el diálogo” entre las organizaciones comunitarias de la región con el sector académico, que se convertiría en un espacio importante para gestar relaciones y fortalecer conocimientos para adquirir mayores medidas de gestión frente al impacto climático global.
“Manejar sus recursos naturales e hídricos de forma sostenible, para poder también canalizar muchas de las experiencias y buenas prácticas que se traen ahora a esta mesa en común de Centroamérica Vulnerable, y vamos a conocer como desde los aportes desde la ciencia estrechamos mecanismos más eficaces y hacer que desde el conocimiento de las universidades pueda ser utilizado y aprovechado por las comunidades, los campesinos y los Pueblos Indígenas de la región y el Caribe ”, consideró.
“Debemos trabajar para crear ese diálogo de saberes e incorporarlo en toda la gestión de recursos naturales, de adaptación al cambio climático comunitarias del riesgo. Queremos este intercambio porque muchas veces, ese conocimiento académico queda en las aulas, y es un gran reto cómo traducir ese conocimiento en términos prácticos los efectos del cambio climático y como nos afectarían en las distintas comunidades y la región”, puntualizó Girot.
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