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Centroamérica, una cordillera volcánica de resistencia social… (Parte I)

German Rosa, s.j.

Centroamérica es la angostura del cinturón de fuego del Pacífico y del continente americano. La podemos asemejar a la cintura del continente o al puente obligado para el paso del sur a Norteamérica o viceversa. El cinturón de fuego abarca desde las costas de Alaska hasta las costas chilenas del Pacífico y llega a tierra del fuego. Esta región es caracterizada por una intensa actividad sísmica y volcánica. La erupción reciente del volcán de Fuego en la hermana República de Guatemala, además de llamarnos a la solidaridad con el pueblo hermano, nos hace imaginar que América Latina es una tierra de fuego ardiente que enciende las pasiones políticas y las utopías.

Asistimos hoy a una crisis democrática de consecuencias importantes en la región centroamericana. La democracia en Centroamérica está enferma. En el contexto actual se agrava la difícil situación de amplios sectores sociales en todos los niveles. La región centroamericana se ha convertido en una cordillera volcánica de resistencia social en los últimos años. Nos recuerda los tiempos de grandes erupciones volcánicas de sueños políticos y sociales de los años 70 y 80. La población ha mostrado siempre una gran capacidad de resiliencia, es decir, gran fortaleza para soportar y superar las adversidades de todo tipo. Pero ahora esta resiliencia se muestra en la fortaleza de una resistencia activa no violenta ante la crítica realidad política de algunos de los países centroamericanos. Nuestros pueblos sueñan con una Centroamérica digna, libre, justa y solidaria, ante tantas tragedias humanas que vivimos. Nuestros pueblos centroamericanos siempre han sido portadores de sueños, como dice la poesía de Gioconda Belli:

“En todas las profecías está escrita la destrucción del mundo.

Todas las profecías cuentan que el hombre creará su propia destrucción.

Pero los siglos y la vida que siempre se renueva

engendraron también una generación de amadores y soñadores;

Hombres y Mujeres que no soñaron con la destrucción del mundo, sino con la construcción del mundo de las mariposas y los ruiseñores”.

En Centroamérica, los soñadores son los que muestran una resistencia activa no violenta, que quiere construir una democracia sin corrupción, sin injusticias y sin exclusión social. Analicemos algunas experiencias de resistencia activa no violentas en la región.

1) Guatemala y el renacer de la “eterna primavera”

Guatemala es reconocida por el buen clima y se le llama el país de la eterna primavera. En Guatemala se vive un intenso conflicto entre la CICIG (Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala) y el Gobierno/Asamblea Legislativa. El presidente quiso expulsar del país al comisionado de la CICIG a fin de frenar la investigación y el encarcelamiento de funcionarios (hay dos expresidentes presos), políticos, empresarios y abogados acusados de corrupción. Por la protesta social, el Gobierno no logró su objetivo. Su pretensión ahora es lograr una fiscalía general del país con un perfil más “influenciable” y que pueda frenar el trabajo alcanzado por el comisionado y la fiscal general de estos últimos años. Esta situación ha causado una amplia resistencia de la sociedad civil en apoyo a la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) con la esperanza de superar la impunidad ante la corrupción.

Hace algunas semanas la exfiscal general de Guatemala, la Sra. Thelma Aldana, expresaba en los periódicos lo siguiente: “No voy a dejar Guatemala pese a que sigo amenazada de muerte”. Esto muestra la gravedad del tema de la justicia en el país (Cfr. https://elpais.com/internacional/2018/05/22/actualidad/1526975868_983989.html).

El presidente Jimmy Morales fue denunciado el año pasado en dos oportunidades por la anterior fiscal, Thelma Aldana, y el jefe de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), el jurista colombiano Iván Velásquez, de financiación electoral ilícita en 2015. Sin embargo, los dos antejuicios presentados en su contra fueron rechazados por el Congreso y la Corte Suprema de Justicia. Antes de entregar el cargo el pasado 17 de mayo, la Sra. Aldana reveló que existía una nueva investigación en contra del presidente Jimmy Morales.

La fiscal general actual, Sra. María Consuelo Porras, no descarta un antejuicio contra el presidente Jimmy Morales. Ella ha explicado que la investigación no es solo en contra del presidente, sino hacia varias personas que han sido sindicadas en este caso. La fiscal actual, en el contexto de una entrevista de la radio local Emisoras Unidas, al ser entrevistada si pediría que se levante la inmunidad al mandatario, ella dijo que: “Si hubiera pruebas suficientes definitivamente se haría, la justicia es para gobernantes y gobernados” (Cfr. http://www.prensalibre.com/guatemala/justicia/fiscal-general-maria-consuelo-porras-no-descarta-antejuicio-jimmy-morales). El tema de la corrupción es un problema que afecta no solamente a Guatemala sino que a toda la región y el continente.

Muchos ciudadanos se han movilizado en distintas ocasiones a favor de la lucha en contra de la corrupción en el país, apoyando la labor de la CICIG. Y se van aplicando métodos propios de la resistencia civil o resistencia ciudadana no violenta para lograr espacios democráticos y consolidar procesos de mayor justicia y equidad. Las protestas son formas concretas de persuasión y de lucha que buscan ampliar espacios políticos de respeto a los derechos humanos y que reivindican un Estado que responda al bienestar social.

En Guatemala se desarrolló una larga guerra con la finalidad de lograr una mejor distribución de la riqueza en el país. Pero el resultado de aquella guerra transformó poco, o casi nada, las desigualdades fundamentales que dividen al país en clases y grupos étnicos. Dos décadas después de finalizada la guerra, no obstante las mejoras en los indicadores macroeconómicos, el país es considerado como una de las naciones económicamente más desiguales del hemisferio (Cfr. Benneman, R. Enero-marzo 2018. Volumen 73. La desigualdad asegurada: una etnografía de la seguridad privada en Guatemala. ECA, pp. 42-43).

2) Honduras, el despertar de un pueblo que clama una verdadera democracia

La crisis política provoca una resistencia pacífica de los sectores sociales más afectados por las acciones de los responsables de la administración pública. El caso más sonado de la crisis política de Honduras ha sido un proceso electoral fraudulento con el antecedente nefasto del golpe de Estado del 2009. ¿Cuántas personas han muerto en las calles resistiendo el golpe de Estado y el fraude electoral? Según la Comisión de la Verdad, para esclarecer la crisis política en Honduras, el golpe de Estado del 28 de junio de 2009 contra el entonces mandatario Manuel Zelaya fue ilegal, y que la represión posterior dejó 20 asesinatos que deben ser aclarados (Cfr. https://lta.reuters.com/article/domesticNews/idLTASIE7660W620110707). La represión se hizo sentir durante y después del golpe de Estado, además con amenazas de muerte a dirigentes políticos y personalidades de la vida pública que luchan por los derechos humanos. Centenares de personas detenidas porque se opusieron y se manifestaron en las calles en contra del golpe de Estado. También, durante el periodo del 26 de noviembre de 2017 y 23 de enero de 2018, hubieron manifestaciones en las calles y se registraron detenciones, se registraron 33 muertes de personas manifestantes vinculadas al conflicto post electoral, durante y después del desarrollo de las acciones de resistencia. A estas se suman 3 muertes de agentes policiales vinculadas a la coyuntura (Cfr. https://juecesporlademocracia.org/media/informe-monitoreo-de-violaciones-a-ddhh-en-honduras-coyuntura-de-fraude-electoral-cci.pdf).

La sociedad civil mostró después del golpe de Estado del 2009 y después de las elecciones el 26 de noviembre del 2017, múltiples formas de resistencia civil tales como: no cooperación política, económica y social; manifestaciones en las calles; obstrucción de carreteras; estas y otras más, auténticas acciones de desobediencia civil protestando en contra del resultado de las elecciones generales en el país.

El problema de la corrupción en Honduras también implica a las esferas del Gobierno. En el caso de Honduras, la Misión de Apoyo Contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (MACCIH) ha tenido sus altos y bajos en el contexto de la crisis política electoral y poselectoral. No obstante, el tema de la corrupción es uno de los prioritarios en la vida pública y la palestra política del país. Después de muchas horas de debate entre los magistrados de la Sala Constitucional, la Corte Suprema de Justicia declaró constitucional la MACCIH (Cfr. http://www.elheraldo.hn/pais/1183792-466/maccih-respetar%C3%A1-fallo-de-la-sala-constitucional-dice-su-representante). Esperemos que esta comisión pueda realmente contribuir a depurar la corrupción pública en el país. Hay un repudio social en la región ante gobiernos que tienen funcionarios corruptos, incapaces de resolver los problemas de los ciudadanos y que van activando en consecuencia verdaderas rebeliones sociales de los ciudadanos que reclaman sus derechos ante situaciones intolerables.

3) El Salvador y la búsqueda de nuevas alternativas políticas y profundas transformaciones

El Salvador vive una situación de violencia delincuencial que lo posicionan en el triángulo de los países del norte de Centroamérica considerados entre los más violentos del mundo. El famoso triángulo norte está conformado por Guatemala, Honduras y El Salvador. Además, los funcionarios públicos del país no están exentos de corrupción y se han realizado juicios anticorrupción para altos funcionarios incluyendo a expresidentes.

El sondeo de opinión más reciente del Instituto Universitario de Opinión Pública de la UCA (IDUOP) del 22 de mayo de 2018 expresa que prevalece una tendencia negativa en las opiniones de la población ante la gestión gubernamental; se esperan mayores beneficios para la población en general y esto no solamente para personas de la sociedad política o miembros de los partidos políticos; sin embargo, se reconoce que uno de los logros políticos importantes en la gestión presidencial son los paquetes escolares, y que se han obtenido otros pequeños beneficios como ayuda a familias pobres, el apoyo a la agricultura, la infraestructura vial, el bajo costo de los servicios básicos, etc. Sin embargo, las grandes exigencias son: lograr una mayor seguridad ante la delincuencia, mejorar la situación económica, resolver el problema del desempleo, de la corrupción, etc. Ante el descontento de la situación socioeconómica y política, se van configurando posibles escenarios políticos para las elecciones presidenciales del 2019. La opinión de la población posiciona al movimiento y partido en formación “Nuevas Ideas” en el primer lugar en la preferencia electoral con un 38.5%; en segundo lugar el partido Arena con un 30% y en tercer lugar el FMLN con un 8.9% (Cfr. http://www.uca.edu.sv/iudop/wp-content/uploads/Bolet%C3%ADnPoselectoral2018.pdf). Estas tendencias pueden cambiar, pero se debe tomar en cuenta que la protesta electoral es un modo de resistencia a la gestión política que se ha venido realizando y expresa una esperanza ciudadana que busca una nueva alternativa y cambios profundos en la sociedad que se va identificando en su preferencia electoral. Los resultados electorales y el abstencionismo son indicadores que la población espera más de la clase política en general: cambios reales, rápidos y profundos. Algunos buscan nuevas alternativas y otros esperan que las fuerzas políticas se reorienten para responder mejor a las expectativas de los sectores populares.

4) Nicaragua y la nueva generación de portadores de sueños

En Nicaragua se ha desatado el volcán de la resistencia social que lleva más de un mes. Los jóvenes se han tomado las calles y las medidas que el presidente Daniel Ortega quería aplicar a las cotizaciones y las pensiones de la seguridad social fueron el detonante de una crisis sin precedentes en los tres períodos presidenciales de los últimos años. La consigna política de la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia en Nicaragua es la democratización del país. No piden la democracia que viven hoy, sino una auténtica y real democracia que responda a las necesidades de la población. Es interesante observar cómo lo formula Fernando Mires en el periódico Confidencial el día 6 de mayo de 2018; él identifica tres grietas políticas que han aparecido en Nicaragua y que anuncian un quiebre con la continuidad histórica del país. La primera, entre el Gobierno y los sectores laborales y jubilados, víctimas de las medidas que se pretendían aplicar al sistema de pensiones del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS). La segunda, entre el poder orteguista y el COSEP (Consejo de la Empresa Privada). La tercera, entre el Gobierno y una generación cultural y política que no se siente representada en el poder. Ortega ya intentó cerrar la primera retirando las medidas del injusto sistema de pensiones del INSS. A la segunda, la de los empresarios, está tratando de cerrarla con negociaciones. A la tercera, intentó iniciar el camino del diálogo el mes de mayo, pero se paralizó a principios del mes de junio porque continúa la represión de los ciudadanos que resisten en las calles; esta represión, de seguirse, llevará muy probablemente a la polarización y quizás se prolongue el conflicto. Y no se omite la posibilidad que el mismo presidente Ortega no pueda continuar en el poder. El diálogo es un capítulo abierto que no ha concluido y seguiremos esperando resultados.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos hizo 15 recomendaciones, después de culminar una visita de trabajo a Nicaragua, en el contexto de la crisis política, la cual tuvo lugar del 17 al 21 de mayo de 2018. (Ver http://www.oas.org/es/cidh/prensa/comunicados/2018/113.asp). Según este informe, desde el 18 de abril en el país hubo, al menos, 76 personas muertas y 868 resultaron heridas en su gran mayoría en el contexto de las protestas. De estas últimas, cinco permanecen en hospitales en estado de gravedad. Asimismo, 438 personas fueron detenidas, entre estudiantes, población civil, defensoras y defensores de derechos humanos y periodistas.

Con la represión, el saldo de personas fallecidas en las protestas ha aumentado y ascendía, a la fecha del 05 de mayo, a 127 personas y había aumentado el número de personas lesionadas.

No podemos olvidar que la democracia neoliberal se fue constituyendo en el paradigma político en la región desde los años 80, con los procesos electorales que llevaron a la elección de gobiernos que aplicaron los ajustes estructurales y la liberalización de la economías nacionales. Estas medidas han tenido gran impacto en América Latina, causando grandes reacciones sociales que se han convertido en verdaderos movimientos de resistencia civil. Ahora esto se agrava con las crisis democráticas por la mala gestión de los gobiernos, y se manifiesta en una confrontación abierta entre amplios sectores sociales con los líderes políticos de los gobiernos, exigiendo cambios profundos que respondan a las demandas y la satisfacción de sus necesidades…

Y la poetisa Gioconda Belli en su poema “Los Portadores de Sueños” declama:

“Así fue como proliferaron en el mundo los portadores

de sueños,

atacados ferozmente por los portadores de profecías

habladoras de catástrofes.

Los llamaron ilusos, románticos, pensadores de utopías,

dijeron que sus palabras eran viejas

– y en efecto, lo eran porque la memoria del paraíso

es antigua en el corazón del hombre-

los acumuladores de riquezas les temían

y lanzaban sus ejércitos contra ellos(…)”.

Los portadores de sueños son aquellos que contagian a muchos y se multiplican haciendo correr y hablar sus utopías. Son los rebeldes irreverentes capaces de cambiar la historia. Seguiremos la poesía de “Los Portadores de Sueños” en la próxima ocasión.

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