Tuxtla Gtz/AFP
Unos 1.500 migrantes centroamericanos iniciaron el domingo un simbólico viacrucis en la ciudad mexicana de Tapachula, fronteriza con Guatemala y desde donde esperan llegar hasta la frontera noroeste de México con Estados Unidos.
Con el nombre de «Todos Somos Americanos de Nacimiento», migrantes mujeres, hombres y niños de Guatemala, El Salvador y Honduras arrancaron su «Viacrucis Migrante 2018» para visibilizar el calvario que sufren estos viajantes en su paso por México.
Este año, el objetivo de la caravana es llegar a Estados Unidos y pedir protección para quienes han huido de sus países «a causa de la pobreza y la violencia del crimen organizado», dijo Irineo Mújica, integrante de la organización Pueblos Sin Frontera.
El activista señaló que los migrantes, muchos de ellos familias enteras, abordarán el tren de carga que recorre México hacia Estados Unidos.
Mújica señaló que se tiene contemplado hacer una escala en Ciudad de México para llegar al Senado, donde pedirán al Estado mexicano proporcione mayor presupuesto a la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) y se atiendan así los casos de los migrantes que puedan obtener asilo en el país.
El viacrucis pretende llegar a Tijuana, Mexicali o Tecate, en el estado de Baja California Norte, fronterizo con Estados Unidos.
Amnistía Internacional denunció en enero que las autoridades migratorias de México deportan ilegalmente a miles de centroamericanos sin considerar los riesgos letales que corren en sus países de origen.
Se estima que más de 500.000 personas cruzan irregularmente territorio mexicano cada año con intención de llegar a Estados Unidos, según datos de Naciones Unidas.
A su paso por México, los migrantes son víctimas de traficantes de personas, de abusos de autoridades y son blanco del crimen organizado que los secuestra y en ocasiones asesina.