San Salvador/Prensa Latina
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) avizora un sombrío panorama para El Salvador con un aumento de la pobreza y la desigualdad, según afirmó un estudio.
El informe Panorama Social de América Latina y el Caribe 2022 mostró que más del 30 por ciento de la población salvadoreña se situó en 2021 en niveles de pobreza, algo que reafirmó la Encuesta de Hogares de ese año divulgada por la Dirección de Estadísticas y Censo (Digestyc).
De 2019 a 2021 los hogares en situación de carencias aumentaron del 23,5 por ciento hasta 24,6 según datos citados por el economista Cesar Villalona, y los que llegaron a la pobreza extrema subieron del 4,6 por ciento al 7,8, lo que equivale a que 61 mil hogares y 201 mil personas alcanzaron ese amargo sitial. Según la Cepal las tasas de pobreza venían en descenso antes de la pandemia del Covid-19, pero a partir de la crisis sanitaria los indicadores se deterioraron y amenazan hoy con acentuarse en medio de la crisis inflacionaria.
Por otra parte, el informe de la agencia de la ONU indicó que más mujeres salvadoreñas viven más en pobreza, con una incidencia del 28,3 por ciento, mientras que en los hombres afecta al 24,7 por ciento, una situación que acentúa la diferencia entre genero en el país donde la mujer siempre marcha a la retaguardia de los hombres.
La situación no solo es difícil para los salvadoreños, pues en América Latina, según Cepal, si bien las carencias marcarán una tendencia a la baja en 2022, la pobreza extrema llegara a 13,1 por ciento de la población, unos 82 millones de personas, debido a factores combinados de un menor crecimiento económico, la dinámica del mercado de trabajo y la inflación.
En el denominado Pulgarcito de las Américas las carencias se incrementaron pese a una disminución de la población de seis millones 704 mil 864 personas a seis millones 325 mil 627 en 2021. Según Villalona en el Salvador hay menos población, 379 mil 237, y más gente pobre.
Otros guarismos divulgados por la encuesta de Digestyc confirman el panorama sombrío que enfrenta el país como el aumento del hacinamiento en los hogares, el encarecimiento de los combustibles y el alza del costo de la vida en general.
A esto se suman que los estimados de crecimientos previstos por el gobierno de 4,2 por ciento se verán reducidos a apenas 2,4 por ciento en el mejor de los casos, en un año en que la inflación puede llegar hasta un nueve por ciento, según datos del Banco Central de la Reserva (BCR).
Esto incidió en que el costo de la canasta básica de agosto de 2021 y a agosto de 2022 registró un alza del 17 por ciento en las ciudades y un 21 por ciento en zonas rurales.
Para acentuar aun más las condiciones de pobreza, este año los salarios y las pensiones permanecieron congelados, lo que hace que el poder adquisitivo de la población se redujo, según valoró Villano en sus comentarios sobre la crisis en el país.