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La región de América Latina y el Caribe está integrada básicamente por países de ingresos medios que, en el contexto del financiamiento para el desarrollo, quedaron relegados del acceso a fondos en condiciones favorables, especialmente los estados insulares del Caribe y las pequeñas economías de Centroamérica.
Por ello, Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), planteó que urge reconsiderar los criterios de medición y clasificación del desarrollo, así como suspender las “graduaciones” de los países de renta media durante la pandemia.
“Es necesario contar con un índice de vulnerabilidad multidimensional para países de ingreso medio. La graduación de la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) no puede ser equivalente a la exclusión y a caer en un limbo en materia de cooperación. Se trata de aportar hacia una forma distinta de abordar la cooperación internacional, entre pares, más horizontal. La cooperación Sur-Sur nos da grandes lecciones en este sentido”, explicó la máxima representante de la CEPAL.
Bárcena recordó que la CEPAL, en conjunto con la Comisión Europea, el Centro de Desarrollo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y otros socios, elaboraron el concepto de “Desarrollo en Transición”, que cuestiona el criterio único del PIB per cápita para graduar a los países.
“Consideramos que el desarrollo no es un proceso lineal, sino gradual. Hay que hablar de gradación y no de graduación, porque estos indicadores deben incluir la capacidad de ahorro de los países, el acceso a los mercados de capital, la inversión, la progresividad fiscal”, expresó.
América Latina y el Caribe es la región más afectada del mundo en desarrollo por el COVID-19, con 8.4 % de la población mundial y 30 % de los fallecidos. También es la más endeudada y la que tiene el mayor servicio de deuda externa en relación con las exportaciones de bienes y servicios (más de 54 %).
Por otro lado, el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) muestra una marcada heterogeneidad en la región: solo el 32 % de las metas ya se han logrado o están en camino de alcanzarse para 2030 si continúa la tendencia, alertó.
Bárcena explicó que la propuesta de recuperación transformadora de la CEPAL insta a los países a erradicar la pobreza y avanzar hacia la igualdad, construir una competitividad auténtica, promover la sostenibilidad ambiental, revitalizar el proceso de integración regional y fomentar la plataforma LAC (Agenda Digital para América Latina y el Caribe), entre otras medidas.
Finalmente, Bárcena indicó que la crisis del COVID-19 evidenció las enormes asimetrías entre los países desarrollados y en vías de desarrollo: “el desigual acceso a vacunas es un triste ejemplo de lo mucho que se requiere avanzar en la cooperación para lograr colectivamente la provisión de bienes públicos globales. Llamamos a repensar el desarrollo y la cooperación, y a construir un nuevo pacto social y político, con nuevas coaliciones e instituciones”, concluyó.