Yaneth Estrada/ AGENCIAS
Ante la suspensión en más de una decena de países a la aplicación de la Vacuna Astrazeneca contra la COVID-19, expertos explican el procedimiento y el por qué de esta medida preventiva. Hasta la fecha, los países que mantienen esta negativa son: Francia, Italia, Alemania, Austria, Dinamarca, Islandia, Irlanda, Países Bajos, Noruega, Letonia, Lituania, Estonia, Luxemburgo, Chipre, Bulgaria, Tailandia e Indonesia. Esto se debe directamente, por el principio de precaución, el cual sostienen que “cuando una actividad representa una amenaza o un daño para la salud humana o el medio ambiente, hay que tomar medidas de precaución incluso cuando la relación causa-efecto no haya podido demostrarse científicamente de forma concluyente”, detallaron los especialistas.
Agregaron que el principio de precaución tiene su analogía poblacional y ecológica en uno de los fundamentos de la ética médica, el principio de no maleficencia primum non nocere (primero no hacer daño) y contiene muchos de los atributos de la buena praxis en salud pública. “Aunque claro, el amarillismo de los medios no se hizo esperar como no ha sido la excepción desde el inicio de la pandemia por COVID-19, dando por sentado algo que la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) estaba “aún por determinar”, dijeron. En este sentido, la Organización Mundial de la Salud (OMS) aseguró que “lo único que sabemos hasta ahora de esta vacuna es que es eficaz”. Pero este lunes se sumaron a la suspensión de la vacuna: España, Alemania, Francia e Italia.
“No hay ninguna razón por la que no se pueda vacunar con AstraZeneca”, enfatizó la OMS. La organización recuerda, según informa el corresponsal de RFI en Ginebra, que suspender un producto en caso de efectos secundarios no es excepcional, es más, es una prueba de que el sistema de vigilancia funciona y hoy en día no hay ninguna prueba que vincule los casos de trombosis que han padecido algunos pacientes tras haber recibido una dosis de AstraZeneca.