Dr. José Joaquín Morales Chávez
Fue una bella ceremonia, con todo el fervor y la gala de la Iglesia aquí en Roma…. hubo la intervención del Papa Francisco con toda su sabiduría y amor a los pobres… hubo mucha gente de muchos países … muchos hermanos y hermanas de El Salvador con nuestras banderas y nuestra alegría de ser escuchado por Dios como un pueblo que ha sufrido.
Cuando pasó el Padre Gregorio a recibir el anillo cardenalicio y lo demás, cubierto los hombros con los colores de Cardenal se me salieron unas pocas lágrimas de orgullo y de amor por Mi Pueblo. Se me vino a la memoria a Monseñor Romero y sus homilías de catedral, su sepelio que fue reprimido por las autoridades de ese tiempo. Recordé a Rutilio, a los demás Jesuitas asesinados, sobre todo, a Ignacio Ellacuría con quien estábamos conversando de algunos proyectos de Salud. Y Macías, mi amigo sacerdote asesinado por los que perdieron la razón y que pedían hacer patria matando curas. Recordé a las comunidades eclesiásticas, a los que llevaban el evangelio del amor al prójimo a los humildes, los más humildes de la ciudad y el campo. A los campesinos, que mi hermano Juan Francisco Morales Chavez, uno de los fundadores de las FPL, junto a mi compañero de lucha Felipe Peña, que estuvo junto con mi hermano, junto a las primeras batallas por resistir la opresión, que nos llevó a la guerra.
Al final todos los hermanos salvadoreños estaban muy felices. Mañana nuestro Cardenal oficiará la misa junto al Papa Francisco en la Basílica De San Pedro, aquí en el Vaticano.
Envió un saludo a mi pueblo de Tecoluca.
Ha sido una bendición haber nacido en El Salvador.