Caralvá
escritor y fundador Suplemento 3000
Eduardo Neale-Silva en su libro: César Vallejo cuentista – Barcelona: Salvavat, 1987. 350 p. anota: «Nuestro interés en los cuentos vallejianos lo promovió el estudio de Trilce (1922) por ser Escalas melografiadas una serie de creaciones concebidas en circunstancias muy particulares, inmediatamente antes y después de Trilce, nos intriga saber qué orientaciones de la mente y que particularidades temáticas aproximan el volumen en prosa al poemario. En cuanto a las piezas escritas entre 1924 y 1929/30 , éstas son de interés experimental» pág. 9 idem.
De Los Caynas Neale anota: «(Luis Urquizo) Trepida; guillotina sílabas, suelda y enciende adjetivos, hace de jinete, depone algunas fintas; conifica en álgidas interjecciones las más anchas sugerencias de su voz, gesticula, iza el brazo, ríe: es patético, es ridículo; sugestiona y contagia locura» (51, 21-26)… explica: el verbo «conificar» podría referirse al acto de estructurar una serie de fuertes exclamaciones, en orden inverso de extensión, de tal modo que la última sea la culminación de toda ellas»… en su pie de página explica: … «vale la pena recordar que entre los teósofos, un cono azulado, en contraste con un fondo negro, era símbolo de elevación.»pág 164 idem. En una anotación final de la cita agrega: «Por la misma época incorporó en un sueño, la figura de una mujer desnuda sobre «inmenso, palpitante cono de sombra»… mientras en otro capítulo «Myrtho» … «pero lo que es más significativo aún es que la mujer («aquese desfiladero de nervios») es el principio activo, la causa primaria de lo que hace el hombre, y no al revés. Se explica así que las relaciones intersexuales las vea el poeta como una simbólica cacería, en que la mujer aparece asociada a las aves caudales, o de presa»… «(Su) cetrería de halconados futuros de aquilinos parpadeos sobre la sombra del misterio» pág 167-168 Idem. Los intelectuales abrazan estos símbolos teosóficos en los años veinte y treinta del siglo pasado. Mientras en el libro Indígena, pueblo y sexualidad en la literatura salvadoreña/Rafael Lara — SS: UDB, 2012 . 264 pág. Capítulo 9 Salarrué Incesto y erotomaquia, Fragmentos de Catleya Luna (1974) anota: «tu desnudes era mi vino delicioso (..) su frente entre las piernas de la amada(…) yo deseo penetrarte (…) sinfonía del tacto delicioso (…) cuando nos movemos con el ardor y a pastosa densidad de la lava… (…) ella parecía abrirse como una flor que siente llegar la aurora, parecía abrirse, poco a poco, en proceso vegetal, abrirse, no por la gloria del triunfo, sino con la lasitud de un contrincante que se entrega vencido (nótese la metáfora guerrera de etoromaquia y depredación que se continúa en «la glotonería del buitre sobre su presa (del hombre sobre la mujer)»… pág 202 idem.
Son teósofos que coinciden en aves rapaces, los buitres también son falconiformes que no dudan en atacar presas débiles o recién nacidas a falta de su tradicional carroña, ellos conciben la relación sexual entre hombre y mujer como una cacería, de esa forma: César Vallejo y Salarrué poseen los mismos símbolos místicos. La teosofía coincidió con la ideología del nacional socialismo alemán, que cristalizó en la Segunda Guerra Mundial, a los nazis les convirtió en genocidas y fracasaron absolutamente en su intento de esclavizar a la humanidad.