Cleveland/EEUU/dpa
Los Chicago Cubs terminaron con una sequía de 108 años de títulos al imponerse en la Serie Mundial del béisbol estadounidense por 4-3 a los Cleveland Indians.
La victoria por 8-7 en un infartante décimo inning del séptimo partido de la final, que se jugó ayer en Cleveland, dio al equipo de Illinois su primer campeonato desde 1908.
“Chicago: sucedió”, dijo el primera base Anthony Rizzo mientras sus compañeros celebraban sobre el campo. “¡Somos campeones del mundo”, añadió el jugador de los Cubs, que lograron remontar un déficit de 3-1 en la serie.
El duelo definitivo resultó digno de una gran final. Chicago se adelantó 5-1 en la quinta entrada, pero desperdició una ventaja de 6-3 en la octava ante unos Indians que también perseguían terminar con su propia sequía y lograr su primer título desde 1948.
La final, en la que se enfrentaban las dos rachas negativas más largas de la Major League Baseball (MLS), se fue así al alargue.
El partido siguió empatado 6-6 tras el noveno inning, cuando los árbitros ordenaron que se pusiera una lona sobre el diamante del Progressive Field de Cleveland para proteger la superficie de juego durante una breve pero intensa lluvia. Los 17 minutos de pausa antes de la décima entrada aclararon al parecer las ideas de los Cubs, que se adelantaron 8-6 y ya no dejaron escapar la victoria. El segunda base Ben Zobrist se llevó el galardón de Jugador Más Valioso de las finales.
Por motivos opuestos, los ojos de los integrantes de ambos equipos se inundaron de lágrimas tras el final del partido.
Los Indians tendrán que esperar a su tercer título tras los logrados en 1920 y 1948, un anhelo que llegaron a acariciar al adelantarse 3-1 en la serie.
En Chicago, miles de fans celebraron en las calles frente al estadio Wrigley Field el tercer campeonato en la historia de la franquicia.
El estigma de “Lovable Losers” (perdedores adorables) terminó después de 39.466 días.
Hay pocas personas que no se alegren del triunfo de los Cubs. Ningún otro equipo profesional en las principales ligas estadounidenses -baloncesto, béisbol, hockey hielo y fútbol americano- tuvo que esperar más a su siguiente título.
“Increíble, y lo hemos conseguido en uno de los mejores partidos de todos los tiempos”, celebró el presidente del club de Chicago, Theo Epstein. Tras el “thriller” en el séptimo partido, los campeones regresarán a Chicago para desfilar por las calles en principio el viernes.
El ambiente en Cleveland, por el contrario, fue de funeral.
Es la quinta vez en la historia de la MLB que un equipo desperdicia una ventaja 3-1 en una serie final.
Pero así es el deporte. Curiosamente, hace unos meses los Cleveland Cavaliers de baloncesto remontaron un 3-1 en contra ante los Golden State Warriors para conquistar el primer anillo de la NBA para la franquicia.