Rafael Lara-Martínez
New Mexico Tech
Desde Comala siempre…
[email protected]
Editorial de la Universidad Don Bosco – Editorial de la Universidad Evangélica de El Salvador – Alcaldía de El Salvador.
Agosto de 2017
ÍNDICE
Prólogo – Lengua y política en (el) lugar del Otro
Advertencia de lectura
I. Hermenéutica náhuat-pipil. Lengua indígena salvadoreña bajo borrón
II. Hacia una filosofía y literatura náhuat-pipil
III. Del iixpantilia. Preludio del testimonio (Historia — Cuerpo — Lengua)
IV. Del «yo mí me conmigo», al arte de las letras del Otro
V. Del YUULISTI. Tekhne, poiesis, hermeneia de YUUL-
VI. Arte náhuat-pipil. De la tipología al posesivo
VII. ACELHUATE. Memoria de un desierto presente
Prólogo
Lengua y política en (el) lugar del Otro
«Nadie es la patria»… (JLB)
…Ninguna lengua es el mundo.
Empero, a la patria y al mundo sólo se accede por intermedio de la lengua,
que los nombra.
«La palabra se percibe como palabra, no como simple sustituto del objeto
nombrado ni como estallido emocional», ya que «las palabras no son índices
indiferentes de lo real, sino poseen su propio peso y su propio valor». «El signo no se confunde con el objeto. A la consciencia inmediata de la identidad entre el signo y el objeto (A es A’) se necesita» oponer otra «consciencia inmediata de la ausencia de esta identidad (A no es A’)». En esta «contradicción» —la palabra mango es insípida— «fallece la consciencia de la realidad». (RJ).
Resumen: A partir de una lectura de Aristóteles en la Política, se plantea la inexistencia de una sociedad humana sin lengua materna. Este idioma establece las referencias jurídicas del «buen vivir (eu zen)» y de toda categoría de pensamiento social. En vez de reducir las lenguas subalternas a las hegemónicas —náhuat-pipil al castellano en El Salvador; castellano al inglés en EEUU— se investigan las nociones gramaticales propias a cada idioma. Si los autores antiguos hablan de un «arte» o tekhne particular, los actuales lo refieren como «tipología lingüística». Para ilustrar una peculiaridad de la familia yuto-nahua — a la cual pertenece el náhuat-pipil de El Salvador— se explica cómo el náhuatl-mexicano codifica en el sustantivo una distinción universal entre el lugar y la entidad, ahí donde el castellano prefiere el género y el número. No se clasifican las lenguas según jerarquías políticas, sino se catalogan de acuerdo a la técnica que selecciona categorías gramaticales específicas, de un vasto inventario lógico universal.
I.
Hermenéutica náhuat-pipil
Lengua indígena salvadoreña bajo borrón
[La memoria histórica] tiene como vocación silenciosa borrar el archivo y empujarnos a la amnesia. J. Derrida
Resumen: «Hermenéutica náhuat-pipil» examina cómo se consolida un canon literario nacional excluyendo el estudio de la lengua indígena más importante del país. Al adaptar a los nativos a una figura folclórica y asimilar al Otro a lo Mismo, se ignora el legado lingüístico náhuat-pipil durante el siglo XX. El ensayo revela una enorme discrepancia entre la lingüística extranjera y la salvadoreña. Esboza la disparidad científica, así como rastrea las perspectivas nacionalistas que tímidamente analizan la lengua náhuat-pipil: P. Arauz (1926/1960), T. Fidias Jiménez (1935), J. Todd (1953), M. de Baratta (1959), P. Geoffroy Rivas (1961). El canon artístico salvadoreño inventa la imagen de un indígena sin lengua materna. En efecto, dos extranjeros recolectan las compilaciones mitológicas más completas y escriben las gramáticas más amplias: Leonhard Schultze-Jena (1935) y Lyle Campbell (1985). Por esta razón, el avance de los estudios náhuatl-mexicanos —con más de cuatrocientos cincuenta ensayos (M. León-Portilla in T. Sullivan, 1976)— casi no afecta el canon monolingüe salvadoreño. Al despegue de la guerra civil, la figura indígena se reduce a la de un antiguo habitante de la Atlántida (Salarrué, 1974) o a un guerrillero (Dalton, 1974), según la filosofía y política del autor. El Otro siempre se deriva de lo Mismo. Actualmente, pese a una nueva esfera intelectual, las investigaciones recientes en lingüística indígena (R. Andrews (2003), M. Launay (1994), J. Lockhart (2001), etc.), y en etnohistoria (L. Matthew and S. Romero, 2012) aún no producen un cambio radical en la perspectiva que la historia cultural salvadoreña le concede a la lengua y literatura náhuat-pipiles. Como ser político —rara vez dotado de lengua— la investigación náhuat-pipil todavía se halla rezagada, aun si los Estudios Culturales Centroamericanos avanzan en el extranjero. Su hermenéutica —su poética, sintaxis y categorías gramaticales— siguen inexploradas.
II.
Hacia una filosofía y literatura náhuat-pipil
Resumen: El estudio de la mitología náhuat-pipil establece equivalencias certeras entre el pensamiento antiguo y la ciencia moderna. Estas simetrías legitiman la contribución de la lengua indígena al pensamiento humano universal. La filosofía náhuat-pipil afirma que el conocimiento posee un asiento material en el cuerpo humano, al presuponer su correspondencia directa con la naturaleza y el cosmos. Lo tangible ofrece el modelo del mundo abstracto y distante. El ensayo explora siete conceptos claves de esta filosofía (el sophos del philos = la sapiencia (sophos) que se adquiere por la amistad o filiación (philos) del estudio de una lengua (logos)) salvadoreña desdeñada. 1. La mano inaugura un sistema de conteo quintesimal (5), el cual difiere sensiblemente del sistema mesoamericano vigesimal (20) generalizado, así como del occidental o decimal (10). 2. El hígado es el sitio de la memoria y del olvido, al recolectar los hechos que la historia registra y borra. 3. La identidad personal y social se define en su fluidez, al resultar tan mutable y fragmentaria como un objeto fractal con secciones divisibles y autónomas. 4. Las Divinidades mayores de la teología náhuat-pipil —los Tepehuas— demuestran el infinito matemático y la diversidad de lo existente al exponer cómo la unidad (1) engendra lo múltiple (n+1). 5. Esta diversidad de lo uno acaece debido a un Big Bang o desmembramiento fractal de esa misma unidad originaria. 6. El yahual o banda enrollada para asentar un cántaro o jarra de agua imita la banda de Moebius, en la cual la dualidad (noche-día, cielo-tierra, invierno-verano, masculino-femenino, etc.) intercambian posiciones en un ciclo pendular. 7. El sacrificio regula todo acto predatorio alimenticio, el cual corresponde a una termo-dinámica y asegura la (in)finita transformación del alma-energía en todas las entidades.
III.
Del iixpantilia
Preludio del testimonio
(Historia — Cuerpo — Lengua)
Óyeme con los ojos… Alzas los ojos y la escuchas/una memoria de algo fue tuyo…y su epitafio la sangrienta luna…
Hay un instinto profundo y primario, como es el instinto de creer en el testimonio sin el cual la sociedad humana no podría existir. C. S. Pierce
Resumen: Como miembro de la familia yuto-nahua/azteca, el náhuat-pipil comparte una serie de rasgos de su estructura sintáctica: lengua omni-predicativa con marcación en el centro rector. Las funciones gramaticales sólo se señalan en la compleja frase verbal, mientras las frases nominales derivan de verdaderas oraciones por un proceso de nominalización. Ligado a su tipología de marcación, los sustantivos y adjetivos sustituyen los índices de objeto y, por incorporación, forman nuevos lexemas. En particular, las partes del cuerpo desempeñan un papel esencial al formar raíces verbales con un sentido singular. El significado corporal se conceptualiza en una noción abstracta y epistémica, ya que cada parte del cuerpo adquiere un potencial energético que induce un cambio de su implicación concreta a un nivel nocional. Este contenido conceptual sugiere separar la incorporación adverbial y del objeto al verbo de la derivación con partes del cuerpo. Uno de esos órganos es el ojo/cara, iix, cuyo valor visual lo transforma en un centro epistémico. El conocimiento directo visual (iix-mati) sobrepasa el saber experimental (mati), así como la transcripción de su reporte testimonial (iixpantilia) involucra un concepto óptico y jurídico. Iixpantilia implica la deposición de un testimonio ocular a una autoridad o colega. El concepto de historia al menos se cuadriplica: presencia visual (-iixpan), simple manifestación (iixpantia), deposición de un testimonio (iixpantilia) y, por fin, su estudio racional.
IV.
Del «Yo mí me conmigo»
al arte de las letras del Otro
Resumen: el ensayo describe diferentes maneras de referirse a ego o primera persona singular. Al comparar un dicho inglés con un juego de palabras castellano, el artículo establece una vasta discrepancia entre dos lenguas indo-europeas. Por tanto, una distancia más amplia se esperaría de estudiar el náhuat-pipil —la lengua indígena más importante de El Salvador. Sólo la sabiduría (sophos) de la amistad (philos) puede establecer una tipología lingüística y una diversidad como momento fundador de una teoría universal. Existe una implicación lógica recíproca entre lo particular, lo local, y lo universal, lo global.
V.
Del YUULISTI
Tekhne, poiesis, hermeneia de YUUL-
A Metzti-Karen, cuya gestión y amistad inspiraron este ensayo.
Realidad metáfora del lenguaje
Llamo a la luna sol y es de día.
Luis Cardoza y Aragón
La lógica es sólo la esclavitud en el sistema/en el enlace del lenguaje (die Sklaverei in den Banden der Sprache), ya que la lengua posee en sí un elemento ilógico, la metáfora. Jacques Derrida en cita de F. Nietzsche.
Resumen: Al popularizar el neologismo Yuulcuicat, se olvida indagar los múltiples compuestos léxicos que se derivan de la raíz YUUL-. A partir de su traducción literal en boga—»Canto del corazón»— el ensayo expone cómo los enunciados textuales se vuelcan hacia un concepto abstracto: Yuulisti. Anticipado al inicio como energía anímica palpitante de toda entidad, la noción de YUUL- desplaza su referencia directa del órgano central del sistema circulatorio hacia un sentido metafórico de afectividad y de vida, hasta culminar en la esencia vital de todo ser, incluso del mineral: «Canto vivo», «Canto espiritual». Se estudian su empleo literal, su significado metafórico y locativo, al igual que su composición adverbial y abstracta casi impredecible en varias raíces verbales. La poética intuitiva —la memoria individual de cada letrado— la complementan el análisis lingüístico y la interpretación hermenéutica del archivo colectivo que codifica un idioma. La categorización náhuat-pipil del cuerpo humano aún no produce una amplia gama de investigaciones antropológicas, ni genera respuestas poéticas que des-encubran su energía anímica potencial. Cargada de energía anímica, en cada parte del cuerpo se asientan emociones sentimientos y razones en un enlace indisoluble entre lo físico y lo espiritual.
VI.
Arte náhuat-pipil
De la tipología al posesivo
…sólo es nuestro lo que perdimos… y sólo lo difícil es estimulante…
Resumen: A partir del análisis de una sola oración en contexto, se deducen cuatro rasgos tipológicos del idioma náhuat-pipil, a saber: lengua a marcación en el centro rector, lengua serial con verbos conjugados en sucesión, falta de plural en los sustantivos (in)animados, marcado en el adjetivo o en el número y un sistema aritmético híbrido, quintesimal (base 5) y vigesimal (base 20). A estos atributos que lo distinguen radicalmente del castellano, se añade la esfera de la posesión. La ambigüedad castellana que unifica la frase genitiva —por el uso de la proposición «de» — se contrapone al menos a tres técnicas sintácticas: aposición, relación establecida y relación inherente. Así se expresa la pertenencia, la relación entre la parte y el todo, la de género o especie biológica, etc. Tan pertinente como la poética, el ARTE/ARS de una lengua lo definen sus nociones y categorías gramaticales.
VII.
ENTRE AZTLÁN Y CUZCATLÁN
ACELHUATE
Memoria de desierto actual
y apoyo documental de
Karen Escalante Barrera
[email protected]
Gracias infinitas
Y alzas el cuerpo muerto hacia el espacio
como si tu agua fuera la del cielo. A. Storni
La vida es un río (A. Manrique)
de greda desangrándose.
R. Alberti
Resumen: «Acelhuate. Memoria de desierto actual» estudia la compleja etimología y las inferencias de un nombre: el del río (âpan/aapan, agua-locativo) que atraviesa la capital de El Salvador, San Salvador. Por tradición, se analiza como topónimo, pese a la falta de un sufijo locativo que legitime su categoría gramatical: nombre (nomos) de lugar (topos). En vez de proponer una glosa unívoca, el ensayo discierne las múltiples vías laberínticas las cuales conectan el sonido y la grafía a varios sentidos, en escisión perenne. Existen unas once interpretaciones de este topónimo, carente de terminación locativa que valide su atribución. En el siglo XXI, escindidos de su referente locativo original, los topónimos se vuelven cosas y las cosas semejan hechos en renuncia de las palabras que suelen nombrarlos.