San Petersburgo/dpa
El equipo más veterano del torneo ante el más joven, la “Generación Dorada” ante otra que promete serlo. Chile y Alemania definirán mañana el título de la Copa Confederaciones de Rusia en un duelo entre dos selecciones que dominan el presente y miran con insaciable ambición el futuro.
El ensayo general de la Copa del Mundo llega a su final y al encuentro decisivo, en la imperial San Petersburgo, arriban dos de los equipos más potentes que puede ofrecer el fútbol en la actualidad.
De un lado Chile: la bicampeona de América y su generación liderada por Claudio Bravo, Arturo Vidal y Alexis Sánchez. Del otro lado, la Alemania de Joachim Löw, la campeona mundial, una maquinaria que sigue siendo igual de temible aún sin sus máximas figuras.
Ninguna de las dos selecciones ha ganado antes una Copa Confederaciones ni había llegado a la final, aunque se trata de un dato anecdótico para dos equipos que saben muy bien lo que es el éxito.
Tras lograr la Copa América 2015 y la Copa América Centenario 2016, Chile saldrá mañana en busca de un “hat-trick” de títulos que elevaría aún más a una generación que está en el olimpo del deporte de su país. Pero enfrente no estará un rival cualquiera. Se trata de Alemania, esa camiseta que cuando el balón empieza a rodar no conoce de equipos A, B o C y solo sabe hacer una cosa: ganar.
Y no de cualquier modo. Porque el experimental equipo de Löw ha demostrado, a lo largo de la Copa Confederaciones, que puede hacerlo casi tan bien como el que levantó el título hace tres años en el Mundial de Brasil.
No están Manuel Neuer, Thomas Müller, Philipp Lahm o Sami Khedira, pero sí un grupo de promesas como Leon Goretzka y Timo Werner que piden pista en el seleccionado mayor. Y a su lado, jugadores que ya están afirmados en la elite europea pese a su juventud como es el caso de Marc-André ter Stegen, Julian Draxler, Antonio Rüdiger o Joshua Kimmich.
Con un promedio de 24 años y cuatro meses, Alemania es el equipo más joven del torneo. Trece de sus futbolistas nunca habían disputado hasta ahora un certamen internacional de mayores. Chile, por el contrario, es un equipo de mil batallas y llegó a la Copa Confederaciones con una media de 29 años y un mes, la más veterana de la competición.
Pese a ello, el duelo de mañana no tiene un claro favorito. El 4-1 que Alemania le propinó a México en las semifinales confirmó que la “Mannschaft” del futuro mete miedo. Pero si hay un equipo que no se deja intimidar, ése es este Chile.
“Cuando éramos más chicos y Alexis decía que quería ser el mejor del mundo o yo que quería ganar un título con la selección, muchos reían, decían que era imposible, pero acá estamos sentados nuevamente antes de una final”, advirtió Bravo, el héroe chileno en la victoria por penales ante el Portugal de Cristiano Ronaldo en semifinales.
“Este equipo está para hacer historia”, lo secundó Alexis Sánchez, quien en Rusia se convirtió en el máximo goleador de todos los tiempos en la “Roja” superando a Marcelo Salas.
Chile y Alemania ya se enfrentaron en la fase de grupos con un empate 1-1 en Kazán en el que los europeos lograron nivelar un inicio muy favorable de los sudamericanos.
Löw no ocultó a lo largo del certamen su admiración por Chile y afirmó una y otra vez que “es el rival más fuerte de este torneo”. Pero sus jugadores no saldrán a la cancha a especular.
“Será un partido diferente al de la fase de grupos”, dijo Werner, quien es junto a Goretzka el máximo goleador del torneo con tres tantos. “En una final no se trata de sumar puntos, sino de ganar. Ambos iremos a buscar el triunfo. No queremos empatar dos veces contra el mismo equipo”.
Alemania llegará a la final con un día menos de descanso tras haber jugado el jueves por la noche su semifinal. Además, deberá adaptarse a la fría y lluviosa San Petersburgo después de pasar los últimos días en Sochi, un balneario que presentó jornadas a puro sol y con el termómetro alcanzando los 30 centígrados. Pero Chile arriba al límite físicamente después de haber jugado 120 minutos ante Portugal el miércoles en Kazán y de que Juan Antonio Pizzi rotara algo menos su plantel a lo largo del torneo.
Los antecedentes históricos, claro está, favorecen a Alemania, que derrotó a Chile en cinco de los ocho encuentros que jugaron en el pasado, incluyendo tres triunfos en las Copas del Mundo. Pero éste es otro Chile y mañana será una nueva historia para dos selecciones que quieren llegar a Rusia 2018 en la cumbre.