Santiago/AFP
Las autoridades chilenas anunciaron la clausura definitiva del proyecto aurífero Pascua Lama y la aplicación de una multa de más de 11,6 millones de dólares por daños ambientales a la compañía que lo gestiona, la canadiense Barrick Gold.
El proyecto binacional, una mina de oro a cielo abierto ubicada a 4.500 m de altitud en una zona rodeada de glaciares en la frontera norte entre Argentina y Chile, fue sancionado por los daños provocados a especies de fauna y flora nativa, el monitoreo incompleto de glaciares y la descarga de aguas ácidas en un río cercano que abastecía a comunidades aledañas, según un comunicado de la Superintendencia del Medio Ambiente de Chile.
«Dada la naturaleza y envergadura de las infracciones cometidas por la empresa (…) se ha llegado a la convicción de que la clausura total y definitiva más la imposición de una multa en dinero, es la sanción más adecuada y proporcional en este caso», indicó en la nota el titular del organismo, Cristián Franz.
La decisión puede ser impugnada ante el Tribunal Ambiental de Chile.
Tras la decisión, la empresa Barrick Gold resaltó en un comunicado que la sanción de la superintendencia no revocó la resolución que permite la explotación de la zona, por lo cual «no altera el plan de la compañía de estudiar una opción subterránea».
El proyecto comprendía una inversión de unos 8.000 millones de dólares y debía estar operativo en 2014 para producir unas 615.000 onzas de oro y 18,2 millones de plata.
El yacimiento se encuentra paralizado desde abril de 2013, luego de que la Superintendencia considerara insuficientes las obras para la protección de los recursos hídricos que la compañía construyó tras una orden de la justicia chilena.
Comunidades indígenas aledañas a Pascua Lama, que también presentaron recursos judiciales por daño ambiental debido a la supuesta contaminación de los glaciares que surten un río vital para su supervivencia, celebraron la resolución conocida este jueves.
«Las comunidades están muy contentas con la decisión de la Superintendencia. Con esto, el proyecto ya no existe», dijo a la AFP el abogado Álvaro Soto, defensor de la comunidad Alto del Carmen.
La organización ambientalista Greenpeace resaltó por su parte que esta «es una de las noticias medioambientales más relevantes de los últimos años en Chile».
Pero su director nacional, Matías Asun, afirmó que «no basta con que la empresa cierre y se vaya, sino que debe llevar adelante todas las acciones necesarias con tal de reparar el grave daño medioambiental que ha causado todo este tiempo».
En Argentina, la justicia ordenó en 2015 a Barrick Gold que presentara informes sobre sus medidas para evitar daños al ecosistema.