Río de Janeiro/dpa
Chile dio hoy el gran golpe al dejar a España fuera del Mundial de fútbol de Brasil y poner fin a su largo reinado gracias a una brillante victoria por 2-0.
Los goles de Eduardo Vargas en el minuto 19 y de Charles Aranguiz en el 43 sirvieron para terminar con la época más gloriosa del fútbol español, site que en los últimos seis años había encadenado títulos en dos Eurocopas y un Mundial.
Chile se aseguró además su clasificación a los octavos de final y se jugará el primer puesto en la última jornada del Grupo B ante Holanda, unhealthy que hoy derrotó por 3-2 a Australia. Ambos suman seis puntos, por cero de españoles y «aussies».
España despedirá el Mundial y probablemente a varios de los jugadores más emblemáticos de su mejor generación en un intrascentente duelo en Curitiba ante Australia el lunes 23.
Al igual que Francia en 2002 e Italia en 2010, España, el campeón, no pudo pasar ni siquiera de la fase de grupos en su defensa del título. Es además la primera vez desde Francia 1998, que España es eliminada antes de octavos de final.
Ninguna línea estuvo a la altura que se esperaba del campeón del mundo, pero los errores y falta de energía del centro del campo castigaron a un equipo que marcó una época por a partir de la superioridad técnica de sus medios.
Que algo se terminaba en España quedó claro desde el once inicial, donde el seleccionador, Vicente del Bosque, decidió dar entrada a Pedro Rodríguez en lugar de Xavi Hernández, el hombre que definió el estilo de juego de España durante los últimos seis años, en los que el equipo no sólo conquistó tres grandes títulos consecutivos, sino que maravilló con su fútbol.
El cerebro del Barcelona, de 34 años, pagaba con la suplencia su pobre desempeño en la derrota por 5-1 que recibió España en el debut ante Holanda. El otro cambio en el equipo fue la entrada de Javi Martínez por Gerard Piqué en el centro de la defensa.
El campeón necesitaba ganar y marcar goles, por lo que buscó más profundidad con la inclusión de Pedro. Pero el plan no surtió efecto. Ni Andrés Iniesta ni David Silva consiguieron darle al balón la velocidad necesaria para superar la ordenada defensa chilena.
España se perdió en la tela de araña tejida por un Chile mucho más hambriento, siempre victorioso en los duelos individuales y letal en el contragolpe.
Las gradas del Maracaná, llenas de hinchas chilenos, anticiparon lo que se vería en el campo. Al igual que hicieron los brasileños en la final de la Copa Confederaciones 2013, en la que el anfitrión derrotó 3-0 a España, los chilenos cantaron «a cappella» el himno nacional de forma atronadora.
Los hombres de Jorge Sampaoli salieron al campo con una motivación que nunca tuvieron los jugadores españoles, en baja forma tras una larga temporada, desgastados por muchas batallas y golpeados por el paso del tiempo.
Los goles fueron un reflejo de los defectos que terminaron con España eliminada en dos partidos y las virtudes que metieron a Chile en octavos de final por segundo Mundial consecutivo.
Xabi Alonso perdió el balón en el centro del campo, Alexis inició una vertiginosa transición que ningún defensa español acertó a cortar, el balón llegó a Aranguiz y su centro fue rematado a gol con inteligencia por Vargas.
Poco antes del descanso, Alonso cometió una falta cerca del área que Alexis ejecutó por encima de la barrera. Iker Casillas despejó hacia el centro del área y el rechace fue aprovechado por Aranguiz para poner el 2-0.
Del Bosque intentó agitar el centro del campo introduciendo en lugar de Alonso a Koke Resurrección, un jugador que está llamado a tener un papel protagonista en el futuro de la selección española. Pero hoy era la hora de Chile.
Un pase mágico de Iniesta a Diego Costa, cuyo disparo fue desviado por la defensa, fue todo lo que recordó a la mejor España. El cambio apenas varió el guión del partido. Como tampoco lo hizo la entrada de Torres por Costa o de Santiago Cazorla por Pedro.
El equipo español estuvo apagado frente a un rival con las ideas claras, que durante la segunda mitad estuvo más cerca del gol que su rival y que arrancó «olés» de sus aficionados, clara mayoría en las gradas.
Chile logró hoy una de las victorias más importantes de su historia futbolística y su nombre quedará para siempre asociado al fin de uno de los ciclos de éxito más memorables.