Santiago / AFP
El gobierno chileno decretó el jueves «emergencia agrícola» para la región de Valparaíso, centro del país, con el fin de movilizar recursos extraordinarios para enfrentar una prolongada sequía que compromete los cultivos y la producción ganadera de la zona.
Valparaíso -que soporta este año un déficit de precipitaciones de 75%- refleja la escasez de agua que vive la zona norte y central de Chile, golpeada por los efectos del cambio climático que agravan su propensión a la sequía y la desertificación.
«La región de Valparaíso está viviendo una situación muy complicada, tenemos déficit de precipitaciones de un 75%, uno de los años más secos de los últimos 60 años (…) tenemos 2.500 ganaderos muy complicados, 50.000 animales afectados, y 100.000 hectáreas de plantaciones bajo riesgo», señaló el ministro de Agricultura, Antonio Walker, al declarar la emergencia.
El escenario de escasez para consumo humano está descartado, pero se alerta a la población a cuidar cada gota de agua para evitar futuras emergencias.
Sin embargo, en el plano productivo el peligro es latente ya que los embalses destinados a riego están a 50% de su capacidad en una de las regiones agrícolas más productivas del país. Valparaíso concentra viñedos y plantaciones de paltas, entre otros alimentos, que crecen en los valles y las costas del océano Pacífico.
Con la declaración de emergencia agrícola se activan recursos extras -cuyo monto será determinado en las próximas semanas por el gobierno central- «para paliar de la mejor forma posible esta sequía», que es resultado de más de una década de lluvias por debajo del promedio en la región, aseguró Walker.
En julio, el gobierno de centroderecha de Sebastián Piñera declaró emergencia agrícola en la región de Coquimbo, ubicada al norte de Valparaíso, para apoyar a los productores de esa región ante la sequía y la medida se podría extender a la región Metropolitana de Santiago en los próximos días.