East Rutherford/EEUU
La selección chilena de fútbol se consagró hoy campeona de la Copa América Centenario y reeditó el título logrado el año pasado en casa al vencer otra vez por penales a Argentina en la final disputada en el estadio MetLife de East Rutherford.
Después de 120 arduos minutos, Chile se quedó con el título en la definición por penales, tras el fallo del astro argentino Lionel Messi y que el portero chileno Claudio Bravo le contuviera el remate a Lucas Biglia. Francisco Silva terminó siendo el héroe, al convertir el gol del triunfo por 4-2 en la definición, después de que Arturo Vidal fallara el primer tiro.
De esa manera, con el 0-0 en los 120 minutos y el triunfo en los penales, se reeditó la definición del año pasado. Para Argentina fue la tercera final perdida de manera consecutiva desde 2014 y extendió a 23 años su racha sin títulos.
Argentina salió a imponer su juego de entrada y apenas necesitó 15 segundo para generar su primera ocasión de peligro, con un remate de Ever Banega que salió muy cerca del palo derecho de Claudio Bravo.
En unos primeros minutos de presión contra presión, con mucha fricción en la mitad del campo y juego muy interrumpido por las molestias de Alexis Sánchez y Angel Di María, dos que llegaron tocados y con lo justo, Argentina lucía más peligroso.
Cada vez que aparecía Lioenl Messi en el terreno, el conjunto albiceleste hacía temblar al fondo chileno, que ya no lucía tan sólido y seguro como en los partidos anteriores.
A la «Roja», la presión argentina le quitó fluidez en la salida, por lo que perdía rápido el balón y no podía habilitar limpio a sus atacantes. Además, le provocaba pérdidas de pelota peligrosas, que por muy poco le cuestan caro.
Sobre los 15′, la duda de Gary Medel en la salida generó que Gonzalo Higuaín le robara la pelota y se fuera directo a enfrentar a Bravo. Sin embargo, el goleador del Napoli dudó entre patear o eludir al portero y esa centésima terminó siendo fatal, porque exigido remató por encima del cuerpo del arquero y el balón salió apenas afuera.
Para Higuaín se repitió la historia de la final del Mundial de Brasil ante Alemania y de la definición del año pasado en Santiago, cuando falló otras ocasiones tan claras como la de hoy.
En otra mala salida chilena, el que aprovechó con una corrida fue Messi y obligó a una fuerte falta de Díaz, que terminó con una amarilla que condicionaría su presencia en el partido.
Argentina siguió presionando con remate de derecha de Di María que se fue alto, un cabezazo de Otamendi al lado del palo y una media vuelta del mediocampista del Paris Saint Germain que controló muy bien Bravo.
Del otro lado, Chile apenas inquietaba con la habilidad de Alexis Sánchez y la personalidad de Vidal, pero el arco de Sergio Romero le quedaba muy lejos.
Con Argentina dominante, Messi provocó la expulsión de Díaz, que le interpuso el cuerpo en un contragolpe y el árbitro Heber Lopes le mostró la segunda amonestación.
Sin embargo, el conjunto de Gerardo Martino casi no tuvo tiempo de aprovechar la ventaja numérica, porque una peligrosa barrida desde atrás de Marcos Rojo le valió la roja directa.
Con diez hombres por lado, los dos equipos se rearmaron con un esquema 4-3-2, aunque Argentina debió retrasar a Javier Mascherano a la línea de fondo.
Y en ese nuevo panorama, fue Chile el que mejor se acomodó, con Vidal como patrón del centro del campo. Si bien no lastimaba a Romero, al menos pudo manejar mucho más el balón y Argentina ya no generó tanto riesgo.
Una media vuelta de Higuaín y un remate de Mauricio Isla que salió cerca, el primero de Chile en el partido, alteraron un poco la monotonía con la que se inició la segunda etapa.
A esa altura, el desarrollo era muy parejo, con mucho juego en el centro del campo y sin un dominador claro. Chile apostaba al traslado en combinaciones, mientras que Argentina buscaba una corrida salvadora de Messi.
Pero como el «Diez» argentino en ese pasaje lucía apagado, el mayor peligro lo provocó Chile, después de una pelota perdida por el astro del Barcelona, que terminó con una corrida de Eduardo Vargas y una buena tapada de Romero.
Messi quiso redimirse en el siguiente ataque y asistió al ingresado Sergio Agüero, que se metió en el área y sacó un remate demasiado alto desde una buena posición.
El minuto final fue electrizante, con Ramiro Funes Mori salvando de manera milagrosa ante Alexis luego de un magnífico desborde de Beausejour y con Messi rematando desviado después de una corrida de 60 metros entre defensores chilenos.
En el alargue, los que se lucieron primero fueron los porteros, porque Romero evitó el gol ante un cabezazo de Vargas y luego Bravo hizo lo propio ante uno de Agüero.
Así se llegó a la definición por penales, donde Chile volvió a tener más puntería y celebró un nuevo título.