Filadelfia/EEUU/dpa
Campeona y debutante en el torneo respectivamente, la selección chilena de fútbol y Panamá se jugarán mañana su clasificación para los cuartos de final de la Copa América Centenario en el Lincoln Financial Field de Filadelfia con potenciales muy dispares pero rendimiento muy parejo hasta ahora.
Avisada por las precipitadas e inesperadas eliminaciones del torneo continental de Brasil y Uruguay y pese a su mal inicio de campeonato, un empate le basta a la vigente campeona americana para lograr su pase a la siguiente ronda, como también le servía a la «Canarinha» y terminó apeada por Perú, una selección en la teoría menor.
Igualada a tres puntos con Panamá en el Grupo D, que lidera Argentina con seis unidades, la mejor diferencia de goles juega a favor de Chile, que cayó ante los argentinos (2-1) y superó, también por 2-1, a Bolivia.
A la debutante y fresca Panamá, en cambio, sólo le sirve la victoria sobre los chilenos para avanzar a cuartos, tras superar a Bolivia por 2-1 y caer goleada por 5-0 ante la Argentina de Lionel Messi.
Muy poco convincente en su juego en lo que va del campeonato que se disputa en Estados Unidos, Chile afrontará su último choque de la primera fase con Juan Antonio Pizzi, su seleccionador, en el ojo del huracán.
Todas las miradas apuntan al técnico argentino desde el inicio de la Centenario, una prueba de fuego para el «Macanudo», que sólo sumó dos victorias en los seis partidos que dirigió.
Más allá de los pobres resultados, a Pizzi se le achaca falta de personalidad para dirigir a un equipo que, plagado de buenos jugadores, perdió su identidad sobre la cancha.
Desde que el entrenador argentino sustituyó a su exitoso compatriota Jorge Sampaoli, no se sabe muy bien a lo que juega Chile, más lenta y desordenada, menos profunda e intensa, ansiosa en general.
Con goleadores en su nómina como Alexis Sánchez y Arturo Vidal, a «La Roja» le cuesta un mundo generar ocasiones de gol y concretarlas, como quedó probado ante Argentina e incluso frente a Bolivia, duelo que se llevó con un controvertido penal en el tiempo añadido.
Los mediocampistas tienen dificultades para conectar con la línea de ataque, a menudo demasiado estática. Jugadores como Mauricio Pinilla parecen desaprovechados, otros como Fabián Orellana no rindieron como se esperaba y Arturo Vidal, bigoleador ante «La Verde», tiene que multiplicarse para tratar de enmendar de manera individual las evidentes fallas colectivas.
El propio Alexis Sánchez, que aún no se estrenó como goleador, confesó antes de enfrentar a los bolivianos lo poco cómodo que se sentía jugando sin un 9 de referente, como decidió Pizzi.
El seleccionador chileno, sin embargo, destacó la mejoría de su equipo en su primera victoria en la Centenario y, sin argumentos convincentes, aseguró que «La Roja» seguiría creciendo para competir con las mejores en su intento de revalidar el título continental.
Decida o no hacer cambios en su once de mañana, el entrenador argentino recuperó ya al lesionado Marcelo Díaz, bien sustituido por Pedro Pablo Hernández ante Bolivia.
Por su parte, Panamá sueña en su primera Copa América con poder emular a Perú y, con una victoria, apartar de la Centenario a otro de los favoritos al título en las quinielas iniciales.
Los dirigidos por el colombiano Hernán Dario Gómez ofrecieron una convincente imagen en su triunfo sobre «La Verde» y plantaron cara a Argentina hasta que el astro Messi ingresó en la cancha para liderar la goleada con un soberbio «hat-trick».
Convencido de los argumentos futbolísticos de su equipo, el «Bolillo» Gómez dedicó estos días a recuperar anímicamente a su grupo del 5-0 para afrontar un duelo ante Chile que puede resultar histórico.
El técnico de los «canaleros», en cualquier caso, deberá recomponer su once, afectado por la baja de hasta cinco de sus titulares.
Frente a «La Roja», el «Bolillo» Gómez no podrá contar con Blas Pérez, Felipe Baloy y Armando Cooper por acumulación de amarillas, ni con Aníbal Godoy, expulsado ante Argentina, ni con Valentín Pimentel, fracturado en la cadera.
En esas condiciones, un triunfo de la debutante centroamericana daría la gran campanada de la Centenario hasta ahora y, acaso, el golpe de gracia al cuestionado seleccionador de la vigente campeona.